El grupo de mercenarios rusos Wagner comunicó el 6 de junio su retirada de Mali tras tres años y medio de operaciones, declarando haber cumplido su misión de apoyar al gobierno militar en el control de los principales puestos regionales y en la lucha contra grupos de mercenarios vinculados a Al Qaeda e ISIS.
“La misión concluyó. La compañía militar privada Wagner regresa a casa”, informó el canal de Telegram Razgruzka Wagnera, vinculado al grupo. Wagner afirma haber “aniquilado a miles de combatientes y sus comandantes” y haber ayudado a “crear un ejército fuerte y disciplinado, capaz de defender su tierra”.
Durante su estancia, Wagner sustituyó a las fuerzas francesas y de la ONU, expulsadas tras los golpes de Estado de 2020 y 2021, y colaboró estrechamente con la junta militar que gobierna el país desde entonces. El grupo sostiene que “todas las capitales regionales pasaron bajo control de las autoridades legítimas” de Mali, aunque la violencia y los ataques insurgentes han continuado.
En 2023, Estados Unidos sancionó a miembros de la junta por su colaboración con Wagner, y los grupos armados salafistas y tafkiríes han reivindicado la muerte de decenas de mercenarios rusos en distintos enfrentamientos-
Pese al anuncio de retirada, fuentes diplomáticas citadas por AFP y otros medios afirman que parte de los efectivos de Wagner permanecen en Mali bajo la estructura del Africa Corps, una nueva entidad militar rusa que asume ahora la mayoría de las operaciones en el país.
El gobierno maliense, por su parte, no ha anunciado una fecha para elecciones y la inestabilidad y la violencia continúan marcando la situación en Mali tras más de una década de conflicto armado.