Rusia redoblará su presencia económica y militar en África tras la salida de Wagner de Mali

El Kremlin confirma que la presencia rusa en África “está creciendo” y que el Africa Corps, bajo control estatal, sustituirá a Wagner en Mali y mantendrá la cooperación con gobiernos africanos.

Imagen de archivo de un soldado del Africa Corps de Rusia y un helicóptero ruso en un lugar indeterminado de África.
Foto: @TheAfricaCorps (X)

La Federación Rusa planea intensificar su cooperación económica y militar con países africanos, según ha declarado este lunes el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov. “La presencia rusa en África está creciendo. Realmente tenemos la intención de desarrollar ampliamente nuestra interacción con los países africanos, centrándonos principalmente en la interacción económica y de inversión. Esto también corresponde y se extiende a ámbitos tan sensibles como la defensa y la seguridad”, ha afirmado Peskov ante la prensa, según recogen Reuters y la agencia estatal rusa TASS.

El anuncio llega tras la retirada oficial del grupo mercenario Wagner de Mali, donde ha operado durante más de tres años apoyando a la junta militar contra insurgencias armadas de Al Qaeda e ISIS.

El propio Kremlin ha confirmado que el Africa Corps (Африканский корпус, Afrikanskiy korpus) una fuerza paramilitar bajo control directo del Ministerio de Defensa ruso y compuesta en un 70-80% por antiguos miembros de Wagner, permanecerá en el país para continuar la cooperación en materia militar.

La transición se produce después de la muerte de Yevgueni Prigozhin, fundador de Wagner, y de un proceso de reorganización de las operaciones rusas en la región.

La creciente implicación rusa en países como Mali, República Centroafricana y Guinea Ecuatorial genera preocupación en Occidente, que observa cómo Moscú amplía su influencia mediante contratistas privados tras la retirada de fuerzas francesas y estadounidenses en el Sahel.

Según fuentes consultadas por Reuters y Al Jazeera, el Africa Corps se centra más en formación, suministro de equipos y protección de infraestructuras, en contraste con el enfoque de Wagner, más centrado en combate de infantería.

Las autoridades rusas niegan las acusaciones occidentales de violaciones de derechos humanos por parte de sus fuerzas y defienden su “colaboración con gobiernos africanos para combatir el terrorismo y fortalecer la soberanía nacional”.