La Comisión Europea ha anunciado una flexibilización de las condiciones para la ejecución de los fondos Next Generation, el principal instrumento de recuperación económica tras la pandemia. Según informa el diario El País, Bruselas permitirá a los Estados miembros “sustituir objetivos de inversión y reformas difíciles de cumplir por otros más alcanzables”, así como “reasignar fondos a áreas como defensa, programas espaciales o conectividad segura por satélite”. Además, los objetivos que no se puedan ejecutar a tiempo podrán trasladarse a los fondos estructurales del marco 2021-2027, lo que permitiría ampliar el plazo de ejecución hasta 2030.
El Estado español, que tiene asignados cerca de 80.000 millones de euros en ayudas no reembolsables y otros 83.000 millones en créditos, ha ejecutado aproximadamente el 40% de las subvenciones, frente al 45% de media en la Unión Europea, según datos de Eurostat recogidos por El País.
El Banco de España y la Comisión Europea han advertido sobre “la necesidad de acelerar el ritmo de ejecución para evitar que parte de los fondos quede sin gastar”. El Gobierno español ya ha renegociado objetivos en varias ocasiones y negocia actualmente nuevas modificaciones para asegurar el cobro de las ayudas, según fuentes consultadas por El País.
La nueva guía de la Comisión, hecha pública este mes, exige que antes de finales de 2025 los Estados miembros “revisen sus planes y eliminen o modifiquen los objetivos inviables”, permitiendo también proponer “nuevas alternativas de inversión”.
Según El País, la Comisión Europea insiste en que “no se rebaje la ambición de los planes y que las reformas estructurales se mantengan”, mientras que las inversiones intermedias y menores podrán ser adaptadas o sustituidas para maximizar el impacto de los fondos y evitar su infrautilización.