El presidente de la República Popular China, Xi Jinping, ha concluido su visita a Astaná (Kazajistán) tras participar en la segunda Cumbre China-Asia Central, celebrada del 16 al 18 de junio de 2025 con la asistencia de los líderes de Kazajistán, Kirguistán, Tayikistán, Turkmenistán y Uzbekistán.
Durante la cumbre, Xi pronunció un discurso en el que destacó que “el comercio entre China y Asia Central ha crecido un 35% en los dos últimos años” y subrayó “los avances en cooperación industrial, innovación tecnológica y minería verde”.
En palabras del mandatario chino, los proyectos conjuntos financiados por Pekín están en marcha y la colaboración en el marco de la Iniciativa de la Franja y la Ruta se ha profundizado notablemente, según recogen Xinhua y Global Times.
El encuentro ha estado marcado por la firma de la Declaración de Astaná y del Tratado de Buena Vecindad, Amistad y Cooperación Permanente entre China y los cinco países centroasiáticos, así como por la suscripción de 12 acuerdos sobre comercio, infraestructuras, “minería sostenible”, conectividad y facilitación aduanera.
Además, se inauguran tres centros de cooperación —centrados en “reducción de la pobreza”, “intercambio educativo” y “control de la desertificación”—, así como una plataforma para facilitar el comercio regional, consolidando más de 100 acuerdos de ciudades hermanadas entre China y Asia Central.
Los líderes participantes han acordado que China acogerá la próxima cumbre en 2027 y expresan su respaldo a la “cooperación multilateral” y a “la defensa del libre comercio”.
Xi Jinping llama a “promover la cooperación de alta calidad” y a construir una “comunidad China-Asia Central con futuro compartido”, mientras que el presidente kazajo Kassym-Jomart Tokayev califica la relación con China como una “asociación estratégica eterna”.
La cumbre refuerza el papel de China como principal socio económico de Asia Central y formaliza nuevos mecanismos para el desarrollo capitalista conjunto en la región.