El ministro de Seguridad Nacional del Estado de Israel, Itamar Ben Gvir, ha ordenado a la policía que “detenga a cualquier persona que grabe en zonas impactadas por misiles iraníes”, incluyendo a periodistas y particulares.
Ben Gvir ha acusado a la prensa internacional y a ciudadanos de “poner vidas en peligro” con sus grabaciones, argumentando que estas imágenes “pueden facilitar a los atacantes la triangulación de objetivos y suponen un riesgo para la seguridad estatal”.
El ministro ha señalado que esta medida ha sido consultada con el Shin Bet, la agencia de inteligencia interior, y que las fuerzas de policiales ya están aplicando la orden.
La policía israelí ha emitido comunicados calificando estas acciones de “ilegales e irresponsables”, advirtiendo que “interrumpen las operaciones de emergencia y pueden ayudar involuntariamente a actores hostiles”.
Esta decisión se produce en un contexto de alta tensión y ataques continuados entre el Estado de Israel y la República Islámica de Irán, donde la información visual sobre los impactos de misiles se ha difundido ampliamente en redes sociales y medios internacionales.
Las autoridades israelíes buscan así controlar el flujo de información y limitar la exposición pública de sus vulnerabilidades estratégicas.