El Parlamento iraní aprueba el cierre del estrecho de Ormuz tras los ataques de Estados Unidos

La decisión, adoptada en respuesta a los bombardeos estadounidenses sobre instalaciones nucleares, amenaza con paralizar una de las principales rutas mundiales del comercio de petróleo.

Soldados de la Armada iraní en una lancha rápida armada en el Golfo Pérsico, cerca del estrecho de Ormuz, imagen de archivo.

El Parlamento de la República Islámica de Irán ha aprobado este domingo el cierre del estrecho de Ormuz, el principal canal de salida del petróleo del golfo Pérsico y una de las rutas marítimas más estratégicas del planeta. La medida, anunciada por medios estatales y confirmada por fuentes parlamentarias, se produce como respuesta directa a los bombardeos estadounidenses sobre instalaciones nucleares iraníes en Fordow, Natanz y Esfahán.

Sin embargo, la decisión parlamentaria no es definitiva: según el procedimiento constitucional iraní, el cierre del estrecho debe ser ratificado por el Consejo de Guardianes, órgano encargado de validar la compatibilidad de las leyes con la Constitución y la sharía. Solo tras esa ratificación, la medida podría ser implementada por el Ejecutivo y las Fuerzas Armadas.

Según la resolución aprobada, las Fuerzas Armadas iraníes quedarían autorizadas a bloquear el paso de buques petroleros y comerciales “de inmediato” si persisten las hostilidades, lo que podría desencadenar una crisis energética global. Por el estrecho de Ormuz transita aproximadamente una quinta parte del crudo mundial, por lo que la interrupción del tráfico afectaría a los principales exportadores de la región, como Arabia Saudí, Irak, Emiratos Árabes Unidos, Kuwait y el propio Irán.

Analistas energéticos y operadores internacionales advierten que la decisión iraní podría provocar un aumento inmediato en los precios del petróleo y una escalada de la tensión militar en Oriente Medio. Hasta el momento, no se han registrado incidentes de bloqueo físico, pero los diferentes estados siguen con especial preocupación la evolución de los acontecimientos y las posibles repercusiones sobre la economía global.