El bombardeo estadounidense contra instalaciones nucleares iraníes ha provocado una ola de reacciones internacionales y ha puesto en primer plano las acusaciones de la República Islámica de Irán sobre el fracaso de la vía diplomática por iniciativa de EE. UU. y el Estado de Israel.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha felicitado a Donald Trump por su “audaz decisión”, calificando la operación como un “punto de inflexión histórico” que, según él, “impedirá a Irán obtener armas nucleares”.
En contraste, el secretario general de la ONU, António Guterres, ha expresado su “grave alarma” ante la escalada militar y advierte sobre el riesgo de una “espiral de caos” con consecuencias catastróficas para la región y el mundo. Guterres insta a todas las partes a “regresar a la mesa de negociaciones y evitar una mayor escalada”.
La alta representante de la Unión Europea, Kaja Kallas, ha convocado de urgencia a los ministros de Exteriores y ha pedido a todas las partes “dar un paso atrás y retomar el diálogo”. Sin embargo, Irán ha rechazado las exigencias europeas de “volver” a la mesa de negociaciones y ha acusado tanto a EE. UU. como al Estado de Israel de sabotear los esfuerzos diplomáticos.
El ministro de Exteriores iraní, Seyed Abbas Araghchi, ha denunciado la acción estadounidense y sionista en la red social X:
“La semana pasada estábamos en negociaciones con EE. UU. cuando Israel decidió dinamitar esa diplomacia. Esta semana, manteníamos conversaciones con la UE y el E3 cuando EE. UU. decidió hacer lo mismo. ¿Qué conclusión sacarían ustedes? A Reino Unido y la alta representante de la UE les dicen que Irán debe ‘volver’ a la mesa, pero ¿cómo puede Irán volver a algo que nunca ha abandonado, y mucho menos destruido?”.
Araghchi también califica los ataques de Washington como “extremadamente peligrosos, ilegales y criminales”, y advierte que Irán “se reserva todas las opciones” para defender su soberanía y a su población.
Crisis de consecuencias irreversibles
En América Latina, países como Cuba, Venezuela, Bolivia y Chile han condenado el ataque estadounidense, recordando que se trata de una flagrante violación del derecho internacional. El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, ha advertido que la agresión “plantea una crisis de consecuencias irreversibles”.
La llamada “comunidad internacional”, en su mayoría, coincide en “la necesidad de evitar una escalada y de retomar el diálogo diplomático” para frenar la crisis bélica en Oriente Medio, aunque desde Teherán insisten en que la diplomacia ha sido “dinamitada” por las acciones militares de EE. UU. y el Estado de Israel.