El Movimiento de Resistencia Islámica, Hamas, ha confirmado este miércoles que estudia nuevas propuestas de alto el fuego presentadas por mediadores internacionales, pero insiste en que no aceptará ningún acuerdo que no implique el cese total de la agresión israelí y la retirada de las fuerzas de ocupación de Gaza. Según recuerda Al Jazeera, la lev presión diplomática de Estados Unidos y otros actores internacionales para alcanzar una tregua se enfrenta a la negativa del Estado de Israel a comprometerse con el fin del genocidio, mientras el gobierno de Benjamin Netanyahu reitera que su objetivo es “la eliminación total de Hamas”, sin importar el coste entre la población palestina y sin éxito alguno.
Mientras se suceden las negociaciones, el ejército israelí intensifica los bombardeos y operaciones terrestres, dejando una estela de muerte y devastación. Solo este miércoles, al menos 78 palestinos fueron asesinados, entre ellos el director del Hospital Indonesio, Marwan al-Sultan, su esposa y sus hijos, víctimas de un ataque deliberado contra un edificio residencial.
La ofensiva israelí ha destruido gran parte de la infraestructura sanitaria y habitacional de Gaza, con más de 57.000 asesinados confirmados, 134.000 heridos y el 90% de la población desplazada en condiciones de extrema precariedad y hambre, según datos actualizados del Ministerio de Salud gazatí.
La realidad sobre el terreno en Gaza desmiente cualquier discurso sobre una paz inminente: la escalada de violencia, la destrucción sistemática de ciudades enteras y el asesinato son parte de una estrategia de castigo colectivo deliberada que viola el derecho internacional y busca quebrar la resistencia palestina, tanto la armada como la de la población. Mientras tanto, la llamada “comunidad internacional” sigue sin adoptar medidas efectivas para frenar la maquinaria de exterminio sionista, perpetuando la impunidad y el sufrimiento del pueblo palestino a unos niveles gráficos nunca vistos por la humanidad.