Israel intensificó los bombardeos sobre Gaza con munición sobrante de la operación contra Irán

Pilotos israelíes lanzaron el armamento no utilizado en la operación contra Irán sobre la Franja, solo por ahorrar combustible y recursos.

Un escuadrón de la fuerza aérea israelí, imagen de archivo.
Foto: N/D

Durante la operación “Am K’Lavi”, la Fuerza Aérea israelí llevó a cabo una intensificación sin precedentes de los bombardeos sobre Gaza, no por motivos estratégicos, sino para deshacerse del armamento sobrante y ahorrar combustible. Tras interceptar drones y misiles lanzados desde la República Islámica de Irán, los pilotos, aún con sus aviones cargados de munición, recibieron la orden de descargar el resto de su arsenal sobre la Franja antes de regresar a sus bases. La iniciativa, surgida de los propios pilotos y rápidamente adoptada como rutina por el mando militar, multiplicó la destrucción y el número de víctimas en Gaza.

En apenas 12 días, cientos de ataques aéreos fueron dirigidos contra objetivos en el norte de Gaza y la zona de Khan Yunis, coordinados con las fuerzas terrestres. Según fuentes militares citadas por el medio sionista Maariv, el comandante de la Fuerza Aérea, general Tomer Bar, extendió esta táctica a todas las escuadrillas, permitiendo así que decenas de aviones lanzaran cientos de bombas y misiles cada día, sin necesidad de nuevos despliegues ni vuelos adicionales. Las fuentes militares aseguran, el objetivo era “optimizar recursos”, dejando una ola de destrucción y masacres que ha devastado aún más la Franja.

Organizaciones de derechos humanos denuncian que esta política, basada en la lógica del ahorro logístico y no en criterios militares, ha convertido a la población civil de Gaza en blanco de una campaña de castigo colectivo. Cientos de bombardeos y masacres se han producido únicamente para ahorrar combustible y recursos, profundizando la crisis humanitaria y la destrucción de infraestructuras básicas en el enclave palestino.