El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, ha anunciado que su Gobierno aplicará aranceles equivalentes del 50% a las importaciones estadounidenses si el presidente de los Estados Unidos de América, Donald Trump, consuma su amenaza de gravar con ese porcentaje todas las exportaciones brasileñas a partir del 1 de agosto. “Si nos cobra el 50%, le cobraremos el 50%. A Brasil se le respeta”, declaró Lula en una entrevista, abriendo la puerta también a acudir a la Organización Mundial del Comercio (OMC) y a iniciar investigaciones internacionales, según recoge El País y la prensa brasileña.
La decisión de Trump, que justifica el arancel como represalia por el proceso judicial contra el expresidente brasileño Jair Bolsonaro, ha sido calificada por Lula como una “falta total de respeto” y una injerencia en la soberanía y el poder judicial de Brasil. El mandatario brasileño subraya que Estados Unidos de hecho mantiene un superávit comercial con Brasil y rechaza los argumentos económicos esgrimidos por Trump, recordando que “en 2023, tuvimos un déficit de 7.000 millones de dólares” y que, en los últimos 15 años, Brasil acumula un déficit de 410.000 millones con Estados Unidos.
El Gobierno brasileño ha convocado reuniones de urgencia para evaluar posibles respuestas y buscar nuevos mercados en caso de que la medida estadounidense entre en vigor. El ministro de Hacienda, Fernando Haddad, reiteró “la disposición al diálogo”, mientras que fuentes diplomáticas insisten en que la prioridad es “saber si la Casa Blanca está dispuesta a negociar a nivel técnico antes del 1 de agosto”. Lula ha recalcado que “Brasil no aceptará ser tutelado” y que responderá “con firmeza” ante cualquier intento de presión comercial o política.