La Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina (UNRWA) ha advertido que uno de cada diez niños menores de cinco años que acuden a sus clínicas en Gaza presenta signos de malnutrición. Este incremento alarmante ha coincidido con las restricciones reforzadas a la entrada de ayuda humanitaria desde marzo. Según Juliette Touma, directora de comunicaciones de UNRWA, “antes de la guerra, estos casos eran prácticamente inexistentes en la Franja” y la red sanitaria local está “desbordada” ante la magnitud del deterioro.
Desde enero de 2024, UNRWA ha examinado a más de 240.000 niños menores de cinco años en Gaza, identificando una duplicación de los casos de malnutrición en apenas cuatro meses. UNICEF también ha reportado 5.870 diagnósticos de malnutrición infantil solo en junio, encadenando así el cuarto mes consecutivo de incrementos. La organización denuncia que mantiene más de 6.000 camiones cargados de alimentos, suministros médicos y material de higiene retenidos fuera del enclave, “a la espera de autorización para ingresar”.
Personal sanitario internacional denuncia que la situación se agrava por la incautación de fórmulas infantiles destinadas a Gaza por parte de las autoridades genocidas israelíes, lo que fuerza a madres malnutridas a recurrir a métodos improvisados para alimentar a sus hijos. “Se han visto obligadas a mezclar agua –muchas veces contaminada– con legumbres para intentar alimentar a sus hijos”, explicaba a Al Jazeera la enfermera de urgencias Andee Clark Vaughan.
Tanto UNRWA como UNICEF y organizaciones médicas internacionales insisten en que la continuidad del bloqueo sobre Gaza está teniendo consecuencias devastadoras para la supervivencia infantil y reclaman la entrada urgente de suministros y la facilitación de corredores humanitarios.