Hezbollah rechaza presiones para desarmarse y advierte que está lista para una nueva confrontación con Israel

El líder Naim Qassem condiciona cualquier diálogo al fin de la presencia militar israelí y responde con firmeza a la última propuesta de Washington para desarmar a la organización.

Naim Qassaem, líder de Hezbollah.
Foto: N/D

El líder de Hezbollah, Naim Qassem, afirmó este viernes que la milicia no depondrá sus armas y que está preparada para una confrontación defensiva con el Estado de Israel si la situación lo requiere. En un discurso televisado, Qassem recalcó que Hezbollah “no se rendirá ni entregará sus armas ante Israel”, y que la organización mantiene su arsenal como garantía frente a la ocupación y las agresiones israelíes.

Estas declaraciones se producen tras la visita a Beirut del enviado especial de los Estados Unidos de América, Thomas Barrack, quien presentó “un nuevo plan para negociar el desarme de Hezbollah” como parte de un “acuerdo de paz” entre Líbano y el Estado de Israel. Qassem rechazó frontalmente la propuesta, recordando que la entidad sionista continúa ocupando zonas estratégicas en el sur del Líbano y realizando ataques aéreos, pese al cese de hostilidades declarado en noviembre pasado.

Según el líder chií, el desarme podría discutirse “solo después de que desaparezca la amenaza israelí”, insistiendo en que “la existencia de la resistencia y su fuerza armada es lo que impide la expansión de Israel en la región”. Por tanto, Qassem defiende que “la rendición no es opción” y que el movimiento está dispuesto a “asumir el coste que implica mantener la confrontación para proteger la soberanía libanesa”.

El Gobierno libanés ha reiterado su compromiso con el “monopolio estatal de las armas”, algo que no tiene de forma efectiva, pero también ha reclamado que Israel cumpla con la retirada pactada de las posiciones ocupadas en el sur del país, sin demasiadas presiones. En paralelo, diferentes países intentan mediar para evitar una nueva escalada, mientras lo ataques israelíes persisten en la frontera entre Líbano y la Palestina ocupada por el Estado de Israel.

Hezbollah denuncia que el último plan estadounidense favorece los intereses israelíes y niega un reconocimiento pleno del papel de la resistencia armada en la defensa de Líbano. La formación chií reitera que “no habrá discusión sobre un desarme impuesto desde fuera” y que “cualquier estrategia nacional de defensa debe partir de un consenso interno y de garantías claras frente a las amenazas externas”, advirtiendo a las autoridades de Beirut.