En los últimos cinco años, las empresas del Estado español han incrementado el uso de los llamados “acuerdos voluntarios” para facilitar el despido encubierto de trabajadores de mayor edad, según un estudio de la consultora Mercer. Estos acuerdos pasaron de representar el 14% de los procesos analizados en 2020 hasta el 26% en 2025, reforzando una tendencia que combina planes pactados con medidas de “reestructuración” tradicionales; es decir, despidos.
Aún así, el despido colectivo sigue siendo el procedimiento predominante para implementar salidas anticipadas, representando el 41% de los casos, seguido por los despidos individuales con un 33%. Sectorialmente, la tecnología y las finanzas se decantan más por despidos colectivos, mientras que la industria y el gran consumo prefieren despidos individuales. Los sectores químico-farmacéutico y de servicios optan con mayor frecuencia por acuerdos voluntarios.
El estudio también detalla que la edad promedio de los trabajadores afectados por estos “acuerdos voluntarios” es ligeramente superior a la de quienes salen mediante despidos, situándose en 58,29 años frente a 57,19 años. Ambos procedimientos contemplan planes de rentas que garantizan a los trabajadores un salario aproximado al 70-80% de su sueldo neto o bruto hasta alcanzar la edad de jubilación, alrededor de los 64 años. Sin embargo, al ser los últimos años de trabajo determinantes para cuantificar la pensión, esto podría afectar de forma significativa al poder adquisitivo de muchos trabajadores.
Estos acuerdos no se reconocen como prejubilaciones oficiales, dado que no están formalizados en la normativa de la Seguridad Social, sino que surgen de la negociación directa entre empresa y trabajador. Junto a los planes de rentas, suelen incluirse “convenios especiales” para mantener las cotizaciones durante el periodo transitorio.
La implantación de una tasa obligatoria para despidos colectivos desde 2012 ha influido en que las compañías recurran cada vez más a estos “acuerdos voluntarios” para despedir a empleados, especialmente en los casos en los que los afectados son de edad avanzada.
El informe de Mercer, que analiza más de 230 procesos de “reestructuración” realizados por 143 empresas, en su mayoría multinacionales, refleja también la diversidad de estrategias adoptadas según el sector y las características de las compañías, marcando un cambio significativo en la gestión del personal en el mercado laboral del estado.