Génova dice no a los barcos de guerra y al armamento para Israel

Trabajadores portuarios y militantes protestan contra el envío de armas al Estado de Israel y la militarización del puerto bajo la “agenda dual” de la UE.

Trabajadores portuarios y militantes protestan contra los envíos de armamento para el Estado de Israel y el Rearme Europeo.
Foto: USB (Facebook).

El viernes 25 de julio, Génova (Liguria, Italia) fue escenario de nuevas movilizaciones contra el rearme en Italia, con trabajadores portuarios protestando específicamente contra los envíos de armas para el Estado de Israel y los planes para militarizar las infraestructuras portuarias en el marco de la política europea de “uso dual”, según recoge Peoples Dispatch.

José Nivoi, del Colectivo Autónomo de Trabajadores Portuarios (CALP) y del sindicato Unione Sindacale di Base (USB), explicó que la protesta se dirigió especialmente a las nuevas autoridades de la ciudad, exigiendo una postura clara de solidaridad con Palestina, compromiso que, según sostienen, “fue recibido”. Por la tarde, alrededor de 150 personas participaron en un debate sobre los planes institucionales para transformar el puerto en infraestructura militar dual.

Los trabajadores portuarios de Génova tienen una larga tradición de resistencias contra los envíos de armas a través de su puerto, con acciones previas contra cargamentos destinados a Arabia Saudí y una creciente coordinación con organizaciones de trabajadores similares en Grecia y el Estado francés desde que comenzó la gran ofensiva genocida israelí en Gaza.

Los trabajadores alertaron de la posible llegada del buque COSCO Shipping Pisces, transportando acero de grado militar para el Estado de Israel, que ya había sido bloqueado anteriormente en el puerto griego de El Pireo. Los portuarios declaran que, si se les ordena manipular carga militar, inmediatamente convocarán una huelga. Por ello, piden que el puerto esté vetado para barcos que fondeen o vengan de territorios palestinos ocupados por el Estado de Israel. Resaltan además los riesgos de salud, seguridad y legales que supone el manejo de materiales explosivos y químicos en la carga militar para los trabajadores.

En paralelo, el rechazo ante la militarización se enmarca en una campaña más amplia contra la transformación de infraestructuras civiles en bases militares bajo los planes de la OTAN y la agenda de rearmame europeo, que prevé dedicar el 5% del PIB a gastos militares, incluyendo un 1,5% para “infraestructuras duales”, a menudo criticadas como infraestructuras militares encubiertas.

El proyecto de nueva escollera del puerto de Génova, en concreto, contempla su uso para portar desde pequeños portaaviones a barcos de la OTAN, aumentando así el riesgo para la ciudad. Para militantes políticos y trabajadores, la resistencia concreta es necesaria para evitar que el puerto y la ciudad se conviertan en cómplices del belicismo y las guerras imperialistas. Denuncian también la precarización de los salarios y condiciones de vida de la clase trabajadora italiana en un contexto de inflación, recortes y aumento del gasto militar.