Banco Santander comunicó un beneficio atribuido de 6.833 millones de euros en el primer semestre de 2025, un crecimiento del 13% respecto al mismo periodo del año anterior, consolidando así el mejor primer semestre en la historia de la entidad. Los ingresos totales alcanzaron los 31.010 millones de euros, con un récord histórico en comisiones de 6.684 millones, que crecieron un 3%.
El banco destacó que estos resultados se sustentan en menores costes y provisiones, y en un crecimiento de ocho millones de nuevos clientes en el último año, apuntando a una estrategia guiada por la expansión y mejora en eficiencia.
En paralelo, el banco mejoró indicadores como la ratio de morosidad, que bajó a un 2,91%, la más baja en más de 15 años, y la ratio de eficiencia hasta el 41,5%. La solidez financiera se refleja en una ratio de capital CET1 del 13%, alcanzando el objetivo previsto para este año antes de lo esperado, y un retorno sobre el capital tangible (RoTE) del 16%. Sin embargo, todos estos datos esconden tensiones sociales y laborales, mientras persiste la concentración de riqueza y la brecha social en el Estado español.
La profundización en la rentabilidad y optimización del capital van acompañadas de desigualdades sociales cada vez mayores, vulnerabilidad creciente de sectores cada vez más amplios de la clase obrera y la tendencia al monopolio en el capital financiero. Los resultados récord del Santander vuelven a poner sobre la mesa el antagonismo entre la acumulación financiera y las condiciones de vida de la mayoría social.