El canciller alemán, Friedrich Merz, manifestó su satisfacción el 27 de julio con el acuerdo comercial alcanzado entre la Unión Europea y Estados Unidos, que evita un enfrentamiento económico que habría tenido consecuencias graves para la economía exportadora alemana, especialmente para el sector automotriz. En una declaración oficial, Merz saludó el polémico consenso logrado entre Ursula Von der Leyen y Donald Trump, calificándolo de “positivo” porque permite evitar “una escalada innecesaria en las relaciones comerciales transatlánticas”.
El pacto implica la reducción del arancel a la importación de vehículos europeos del 27,5% al 15%, una medida que Merz consideró “de gran importancia” para la industria automovilística alemana. Sin embargo, reconoció que esta tarifa sigue siendo “una carga sustancial para la economía exportadora alemana” y admitió que “no está satisfecho con el resultado, pero dadas las posiciones iniciales, no era posible obtener más”. El acuerdo permite salvar in extremis a la industria automotriz germana de un incremento de aranceles que podría haber alcanzado un peligroso 30%, al tiempo que mantiene abierto el diálogo con Washington.
Desde la industria automotriz, fabricantes como BMW y Mercedes-Benz aplauden esta rebaja, que estiman representa un alivio económico de aproximadamente 4.000 millones de euros anuales para la patronal del sector. Además, unos 185.000 vehículos que exportan anualmente desde sus fábricas estadounidenses quedarán exentos de tasas adicionales, mejorando su competitividad frente a rivales asiáticos y ayudando a compensar los costos arancelarios que aún persisten.
Sin embargo, asociaciones sectoriales como la VDA y ACEA advierten que los aranceles del 15% aún encarecen significativamente la factura anual para la industria alemana y reclaman “mayores avances hacia la reciprocidad”, incluida la reducción del 10% que la UE aplica a coches estadounidenses.
Paralelamente, Merz subrayó el compromiso de Alemania y la UE con un comercio global “libre y justo”, reafirmando “la necesidad de continuar trabajando en la eliminación de barreras comerciales”, especialmente en negociaciones como la del acuerdo entre la UE y Mercosur en Sudamérica.
Reconoció también el “incansable trabajo” de Ursula Von der Leyen, Maroš Šefčovič y sus equipos para alcanzar este pacto, que propiciaría “estabilidad y previsibilidad” para las empresas en ambos lados del Atlántico.