El presidente de los Estados Unidos de América, Donald Trump, ha anunciado una importante serie de medidas arancelarias que afectan a tres de los principales socios comerciales de EE.UU. A Brasil, Trump le impuso un arancel del 50% sobre sus exportaciones, justificándolo por “amenazas inusuales y extraordinarias a la seguridad nacional” y por la “persecución judicial contra el expresidente Jair Bolsonaro”, aliado político del mandatario estadounidense. Esta subida se implementará a partir del 1 de agosto y busca presionar al gobierno brasileño por sus acciones en política interna y relaciones con empresas estadounidenses.
En el caso de India, Trump estableció un arancel del 25% sobre sus productos importados y anunció una sanción adicional no especificada, motivada principalmente por las compras del país asiático de petróleo y material militar ruso pese a las sanciones occidentales. El mandatario calificó las barreras comerciales indias como “exhaustivas y odiosas” y advirtió que estas decisiones responden a una “penalización” por mantener relaciones estrechas con Moscú en momentos de conflicto. Las negociaciones comerciales entre ambos países continúan, aunque de momento sin acuerdos concretos, según reporta Reuters.
Corea del Sur, por su parte, alcanzó un acuerdo con EE.UU. que reduce su arancel inicialmente anunciado del 25% al 15%, a cambio de compromisos de inversión por 350.000 millones de dólares en activos estadounidenses controlados por EE.UU. y una compra de 100.000 millones de dólares en productos energéticos estadounidenses, incluidos gas natural licuado y otros combustibles.
Además, Corea del Sur abrirá su mercado para productos americanos como vehículos y productos agrícolas. Washington busca establecer nuevas condiciones comerciales más favorables a una de las principales economías asiáticas, a la vez que sostiene la presión proteccionista.
Estas decisiones llegan en un contexto global de reforzamiento de las medidas arancelarias y sanciones con fines geopolíticos y económicos, en especial antes del límite del 1 de agosto impuesto por la administración Trump para imponer gravámenes más altos si no se alcanzan acuerdos deseados.
La mezcla de sanciones, penalizaciones y acuerdos con inversión condicionada configura la estrategia comercial y política del gobierno estadounidense para presionar a sus socios y rivales comerciales en diferentes regiones del mundo.