El Tribunal Administrativo de Hamburgo resolvió el pasado 8 de abril que la asociación Marxist School of Politics and Culture Forum (Masch) no debe ser catalogada como "grupo extremista de izquierdas", anulando la inclusión de Masch en el informe de la Oficina para la Protección de la Constitución (LfV) correspondiente a 2021 y la revocación de su estatus de "entidad sin ánimo de lucro".

Eso sí, la decisión se basó en la ausencia de una “actitud militante activa” por parte de sus miembros, lo que, en palabras del tribunal, significa que "no suponen una amenaza para el orden constitucional alemán". Sin embargo, en la sentencia escrita publicada el pasado 10 de julio, el tribunal añade que las actividades centradas en la teoría de Karl Marx pueden ser “fundamentalmente incompatibles con el orden democrático básico libre de Alemania”, dado su objetivo de una transformación radical del sistema económico y estatal.

La dictadura del proletariado, en el punto de mira

El tribunal señaló que el problema principal radica en la centralidad de la figura de Marx en las actividades de Masch, subrayando que “la teoría social de Marx puede contener incompatibilidades en puntos fundamentales con los principios del orden democrático básico libre”. El texto fundamenta esta “advertencia” en que el concepto de “dictadura del proletariado” excluiría a otros grupos de la toma de decisiones políticas, por lo que lo considera “intrínsecamente antidemocrático”. Aunque la resolución oral de abril no explicitó este argumento, la sentencia escrita sienta un precedente de ilegalización del marxismo en alemania.

La defensa de Masch, encabezada por el abogado Ridvan Ciftci, calificó la argumentación judicial como “irresponsable”, alegando que implica que cualquier grupo centrado en Marx podría ser considerado inconstitucional y sujeto a vigilancia estatal. Ciftci sostiene que el fallo “es una amenaza potencial para todos los círculos de lectura de Marx en Alemania”, y que en este caso solo la “insuficiencia” o la “no militancia” protege a Masch de la ilegalización.

El caso de Masch contrasta con recientes sentencias de otros tribunales alemanes, como el Tribunal Administrativo de Berlín, que falló en favor del periódico Junge Welt y sostuvo que "una orientación marxista no equivale por sí sola a un intento de derrocar el orden democrático", considerando que “la revolución puede ser una transformación social radical pero constitucional”, mientras que Hamburgo concluyó que "el proyecto marxista persigue la revolución a través de la violencia". La controversia jurídica deja abierto el riesgo de que la vigilancia y la persecución estatal se extienda a otros entornos académicos o de militancia ligados a la doctrina marxista.

El fallo vuelve a poner en evidencia relación entre la democracia liberal alemana y el capitalismo. El tribunal de Hamburgo no aceptó que la Ley Fundamental alemana sea neutral desde el punto de vista económico, como argumenta la propia Masch citando al politólogo Wolfgang Abendroth.

Ante esta incertidumbre legal, los representantes de la asociación han anunciado que apelarán la decisión y organizarán un evento público para debatir sus implicaciones.