Las principales firmas de consultoría, conocidas como las Big Four (Deloitte, PwC, EY y KPMG), aplicarán en 2025 una reducción del 10% al 20% en la contratación de profesionales menores de 30 años, lo que supone entre 700 y más de 1.400 empleos menos para juniors en el Estado español. A la vez, se dará prioridad a la contratación de perfiles sénior, con un aumento previsto del 8% al 10%, debido a la automatización impulsada por la inteligencia artificial (IA) que elimina funciones rutinarias y analíticas tradicionalmente asignadas a los jóvenes en departamentos como finanzas, recursos humanos, IT o marketing, según fuentes consultadas por El Confidencial.
Este cambio estructural afecta el modelo tradicional piramidal en las consultoras, en el cual la base —los jóvenes profesionales— era clave para la formación gradual de futuros managers y socios. Expertos y sindicatos han denunciado que además de la reducción de contratación, las condiciones laborales para juniors incluyen jornadas extensas y salarios bajos, provocando alta rotación y desgaste entre los trabajadores más jóvenes.
Los salarios iniciales rondan en torno a 17.000-30.000 euros anuales y jornadas que superan las 40 horas semanales, con una alta rotación que lleva a muchos a dejar la firma en menos de dos años. Por tanto, la precariedad y el desgaste laboral es un factor recurrente en el sector, frente al crecimiento de las capas senior que se valoran por su "capacidad estratégica y experiencia", lo que se refleja en salarios y condiciones laborales superiores.
El impacto de la IA en el mercado laboral de consultoría abre un debate sobre la sostenibilidad del modelo y las consecuencias sociales. La exclusión progresiva de los jóvenes del acceso a la base profesional puede reducir sus oportunidades de inserción laboral, limitando la renovación de la fuerza de trabajo del sector. Se trata de una tendencia enfocada hacia perfiles sénior estratégicos, pero con dudosas capacidades para mantener una cantera sólida a largo plazo.
Varios informes advierten que más de la mitad de juniors consideran abandonar la consultora a corto plazo debido a la presión por rentabilidad y competencia con otros sectores. En este contexto, la industria de consultoría se encuentra arrastrada por una contradicción entre la eficiencia inmediata de la IA y el mantenimiento de la fuerza de trabajo en sus mandos intermedios a largo plazo.