El presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, denunció este lunes que ocho barcos militares de Estados Unidos, dotados con 1.200 misiles y un submarino nuclear, están apuntando a su país, calificando esta situación como una “amenaza extravagante, injustificable, inmoral y absolutamente criminal”.
Comparó la crisis actual con la de 1962 entre EE.UU. y la extinta Unión Soviética durante la crisis de los misiles de Cuba, y declaró la “máxima preparación para la defensa” ante lo que señaló como “la más grande amenaza que se haya visto en nuestro continente en los últimos 100 años”.
Maduro rechazó la narrativa estadounidense que intenta justificar el despliegue militar bajo el pretexto de "la lucha contra el narcotráfico", subrayando los esfuerzos de Venezuela en desarticular los cárteles que operan en América. De hecho, acuso al presidente de Ecuador y magnate de la industria bananera, el ultraderechista Daniel Noboa, de estar al frente de un narcoestado que envía el 60% de la cocaína colombiana que se introduce en EE.UU.
"Un baño de sangre"
Además, acusó al secretario de Estado de EE.UU., Marco Rubio, de "Miamizar" la política exterior del país, usurpar la función presidencial y buscar “un baño de sangre” en Venezuela. Ante esto, Maduro advierte a Donald Trump que Rubio busca "manchar sus manos de sangre" y que declarará la “República en armas” para defender la soberanía de Venezuela si las fuerzas estadounidenses invaden su territorio nacional. "Esto sería una guerra completa en todo el continente", alertó el presidente venezolano.
El presidente agradeció a los venezolanos por haber redoblado el reclutamiento en la Milicia Bolivariana y afirmó que el pueblo de Venezuela es “pacífico pero es un pueblo de guerreros que jamás se doblegará”. Además, el dirigente también se refirió a la Carta de las Naciones Unidas, señalando que la acción militar estadounidense es ilegal a la luz del derecho internacional, y recordó que "más del 90% de los venezolanos rechaza tajantemente las amenazas de EE.UU".
Maduro señaló también que los canales diplomáticos con Estados Unidos se encuentran “malogrados y maltrechos”, pero aseguró que continuarán recuperando a sus ciudadanos deportados, varios de ellos retenidos ilegalmente en terceros países.
En paralelo, el ministro de Defensa de Venezuela reveló que unos 10.000 efectivos militares ya están desplegados en el país para garantizar la defensa preventiva frente a la creciente tensión con Washington.