El grupo Palestine Action Germany ha realizado una intervención directa en la fábrica de Elbit Systems en Ulm (República Federal Alemana), denunciada como uno de los principales proveedores del armamento y tecnología utilizada por el ejército israelí en la matanza de Gaza. Esta acción forma parte de una campaña internacional coordinada para clausurar las sucursales de Elbit en varios países, responsabilizando a la empresa de su implicación en la fabricación del 85% de los drones militares israelíes.

Según se aprecia en el vídeo difundido por los propios activistas, pintan con pintura roja la entrada de la planta y dañan las instalaciones para simbolizar la sangre derramada en Palestina; además, han exigido la inmediata retirada y cierre de todas las sedes de Elbit en Alemania, incluyendo Ulm, Berlín y Koblenz.

La fábrica de Ulm produce tecnología militar avanzada, incluyendo radios, sistemas de vigilancia y dispositivos de defensa antimisiles, que también son utilizados por la Bundeswehr y otros ejércitos de la OTAN, lo que plantea el problema de la complicidad directa de Occidente con la maquinaria de guerra israelí y la relación indivisible ente el rearme europeo y el genocidio en Palestina.

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Mientras que en el Reino Unido la combinación de presión social y acción directa decidida ha llevado a Elbit a vender varias de sus instalaciones y a la ilegalización de Palestine Action, la protesta y el sabotaje se extiende a Alemania con bloqueos y acampadas frente a sus oficinas, en un contexto de intensa expansión de la empresa y aumento de sus beneficios.

Activistas internacionales y organizaciones propalestinas reivindican que estas acciones representan una respuesta legítima frente a un genocidio, y exigen el fin de toda colaboración militar y económica con la entidad genocida llamada Israel. En Ulm, la movilización contra Elbit continúa firme, reclamando el cese inmediato de la producción de armas y la suspensión de todo suministro bélico que alimenta la violencia contra el pueblo palestino.