Cumbre en Doha condena ataque israelí y llama a "unidad islámica" contra agresiones
Líderes árabes e islámicos condenan el bombardeo de Israel en Doha que afectó a negociadores de Hamas y abogan por "cooperación fortalecida" para enfrentar la agresión israelí, sin adoptar medidas concretas.

El 15 de septiembre, más de 50 países miembros de la Organización para la Cooperación Islámica (OCI) y la Liga Árabe se reunieron en una cumbre de emergencia en Doha (Qatar), en respuesta al ataque aéreo israelí contra una delegación de Hamas durante negociaciones de alto el fuego promovidas por los Estados Unidos de América. Según recogen medios iraníes, el emir qatarí Tamim bin Hamad Al Thani calificó la acción de “agresión cobarde” y advirtió que el bombardeo busca "socavar las negociaciones de paz", destacando la vulnerabilidad regional y "la necesidad de unidad" de los países afectados.
En un encuentro paralelo, el presidente iraní Masoud Pezeshkian se reunió con el príncipe heredero saudí Mohammed bin Salman, donde ambos coincidieron en "la responsabilidad crucial" de los países islámicos para enfrentar la agresión israelí. Pezeshkian afirmó que “si los países islámicos estuvieran unidos, el régimen israelí no se atrevería a agredir a ninguno de ellos”, y ambas partes acordaron fortalecer la cooperación para "defender la independencia regional y atender la crisis en Palestina y Gaza a corto y largo plazo".
Otros líderes presentes, como el primer ministro iraquí Mohammed Shia al-Sudani y el presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmoud Abbas, subrayaron "la necesidad de una respuesta unificada y medidas concretas para responsabilizar a Israel". Turquía y Jordania también expresaron su condena al ataque y urgieron a "acciones prácticas" para detener la escalada y el desplazamiento de poblaciones palestinas, señalando que "el conflicto requiere decisiones concretas más allá de las declaraciones", acciones que sus países no están tomando.
El Consejo de Seguridad de la ONU condenó la violación de soberanía en Qatar. Sin embargo, el contexto geopolítico incluye las dificultades militares admitidas por Israel y la influencia estadounidense en la región, que sostiene y apoya incondicionalmente la ofensiva israelí. La cumbre de Doha reafirma la crítica hacia la impunidad de Israel y la urgencia de cooperación sólida entre países islámicos para contener la crisis y fomentar la paz.