Los Estados Unidos de América y la República Popular China han alcanzado un principio de acuerdo para resolver el futuro de TikTok en territorio estadounidense, según confirmaron este lunes el presidente Donald Trump y el secretario del Tesoro, Scott Bessent, después de una mesa de negociaciones que se habría reunido en Madrid.

Tras meses de amenazas recíprocas y plazos sucesivamente pospuestos, la negociación se salda con la promesa de que la aplicación propiedad de ByteDance "pase a ser de control estadounidense", aunque los términos comerciales concretos no han sido revelados y quedan aún pendientes de ratificación por los presidentes Trump y Xi en una llamada prevista para el viernes.

Trump celebró en Truth Social el resultado de las conversaciones comerciales celebradas en la capital española, subrayando que “la gran reunión sobre comercio en Europa entre Estados Unidos y China ha ido de maravilla” y añadiendo que “se llegó a un acuerdo sobre 'cierta' empresa que los jóvenes de nuestro país querían salvar”.

Scott Bessent, en rueda de prensa, confirmó: “Tenemos un marco para un acuerdo con TikTok”, mientras Jamieson Greer, embajador de Comercio, destacó “la rapidez y el liderazgo de Trump” y la "importancia de mantener la seguridad nacional ante las preocupaciones comerciales y tecnológicas".

La delegación china, encabezada por He Lifeng y Li Chenggang, reconoció públicamente la existencia de un “consenso básico” y resaltó que “la solución debe evitar comprometer los intereses estratégicos y comerciales de China”.

Ambas partes subrayan que el acuerdo, alcanzado con rapidez excepcional comparado con anteriores cuestiones comerciales, supone un hito en la gestión de disputas sobre datos, algoritmos, control tecnológico y redes sociales, aunque la matriz ByteDance aún no ha emitido la confirmación y persisten interrogantes sobre las condiciones de supervisión futura.

El pacto se produce en el contexto de una guerra arancelaria y disputas de seguridad digital, con Washington exigiendo a ByteDance deshacerse de sus operaciones estadounidenses o enfrentar la prohibición de TikTok. El ministro español de Exteriores, José Manuel Albares, celebró el rol de Madrid como “puente de acercamiento y diplomacia”.