Un total de diez países sumaron este lunes a lo que han denominado como "reconocimiento oficial al Estado de Palestina", aumentando a 157 los estados que lo aprobarían formalmente dentro de los 193 miembros de la ONU. La mayoría de estos nuevos "reconocimientos" se concretaron durante una conferencia en la Asamblea General de Naciones Unidas dedicada a la "solución de dos Estados" en Oriente Medio, organizada por los franceses y los saudíes.

Entre los nuevos países de la lista se encuentran el Estado francés, Bélgica, Luxemburgo, Malta, Andorra y San Marino, sumándose a Reino Unido, Canadá, Australia y Portugal, que anunciaron el aparente reconocimiento pocos días antes desde sus respectivas capitales. Este "respaldo" diplomático formal promete fortalecer la posición palestina en el escenario internacional frente al genocidio y la ocupación incesantes.

El presidente francés, Emmanuel Macron, celebró el reconocimiento en la conferencia, pero afirmó que “reconocer los derechos legítimos del pueblo palestino no quita nada al pueblo de Israel”. Macron vinculó esta acción a "la derrota de Hamas" y a la condena del "antisemitismo", además de condicionarla a la liberación prisioneros de guerra israelíes que aún mantiene la resistencia palestina.

A su vez, António Guterres, secretario general de la ONU, advirtió que "negar al pueblo palestino sus derechos fundamentales sería un regalo a los extremistas", insistiendo en "la necesidad de una solución de dos Estados" para evitar la expansión de lo que él denomina como "radicalismo global". Sin embargo, ni siquiera estas declaraciones equidistantes contentan al Estado de Israel y los Estados Unidos, que se mantienen en su negativa al reconocimiento, calificándolo de “teatro” y prometiendo “consecuencias”.

El reconocimiento internacional que cobija a la mayoría de los Estados de la ONU muestra un cambio formal en el escenario global en torno a la cuestión palestina, cuyos efectos prácticos generan dudas entre los observadores internacionales y entre los palestinos, ya que la llamada "comunidad internacional" no está dispuesta a tomar medidas decididas para que le Estado de Israel detenga el genocidio, a pesar de que la ONU ya lo reconoce oficialmente como tal.

La falta de consenso entre las principales potencias y la hegemonía de quienes perpetran la masacre sigue marcando un callejón sin salida para la llamada "solución de dos Estados", mientras la entidad sionista avanza en el exterminio y la colonización de Palestina.