El Ministerio de Inteligencia de la República Islámica de Irán lanzó el documental The Spider’s Nest (El Nido de la Araña), que expone la vigilancia de sus servicios secretos sobre las actividades nucleares del Estado de Israel. La presentación incluye imágenes exclusivas que habrían sido obtenidas dentro de la central nuclear de Dimona, en el sur de la Palestina ocupada por la entidad sionista, un sitio clave del programa nuclear israelí. Esta información fue difundida a través de los canales oficiales iraníes el 23 de septiembre y ha generado gran interés internacional, aunque la mayoría de los medios de comunicación occidentales no le han prestado atención.

El documental muestra documentos que detallan proyectos de armamento nuclear actuales y pasados del Estado de Israel, actualizaciones en armas nucleares, colaboraciones con Estados Unidos y países europeos, además de la estructura administrativa y listas de personal vinculado al programa atómico israelí.

El ministro de Inteligencia iraní, Esmail Khatib, afirmó que la inteligencia iraní obtuvo "amplios datos confidenciales" que habrían permitido ataques precisos contra instalaciones sensibles durante la Guerra de los 12 Días en junio de 2025. Entre la información revelada se hallan nombres, direcciones y puestos de hasta 189 expertos militares y nucleares israelíes, una cifra que seguiría creciendo con el procesamiento continuo de datos.

La documentación recopilada por la inteligencia persa también incluye imágenes y grabaciones internas, documentos y pruebas de espionaje que muestran la cooperación nuclear entre el Estado de Israel y Europa, especialmente con el Estado francés, donde se cifran más de 160 proyectos conjuntos, así como la infiltración de redes de misiles, drones y armas de destrucción masiva.

Además, saca a la luz la influencia oficial del Estado de Israel y senadores estadounidenses en el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA). Teherán confiesa que cuenta con una amplia red de informantes dentro de los territorios ocupados que habrían colaborado por distintos motivos, incluida la oposición al primer ministro Benjamin Netanyahu. Estas fuentes, que Irán afirma tener infiltradas "en las capas más seguras" del Estado de Israel, intensifican la tensión geopolítica en Oriente Medio, y de confirmarse, mostrarían una brecha de seguridad inédita para la entidad sionista y sus aliados, añadiendo nuevas dimensiones a la guerra de inteligencia que se libra en Oriente Medio.

Esta presentación llega meses después de la escalada de enfrentamientos entre Israel e Irán, donde ambas partes despliegan operaciones de espionaje y ataques informáticos o militares para dañar los programas nucleares y capacidades militares estratégicas de sus enemigos. Las consecuencias de estas revelaciones aún están por evaluarse, pero evidencian una intensa guerra de inteligencia con amplias repercusiones regionales e internacionales. Si se confirmaran, supondrían un hito histórico, ya que el Estado de Israel ha mantenido los detalles de su programa nuclear bajo el más absoluto secreto.

Mientras Israel lo ha desmentido como una "operación de guerra psicológica", en Teherán lo califican como un "tesoro" de "miles de documentos", que no ha filtrado en su totalidad y subraya su uso estratégico. La abundancia de material gráfico y documental presentado por Irán (imágenes, scans de documentos oficiales y de identidad, listas de nombres, esquemas de instalaciones y frames de video) hace que, en teoría, un desmentido detallado por parte de Israel sería relativamente sencillo si se tratara de falsificaciones obvias. Sin embargo, las autoridades israelíes han optado por un desmentido general y categórico, sin entrar en detalles específicos ni refutar punto por punto los elementos gráficos.

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El Ministerio de Inteligencia de Iran muestra documentos que revelarían la influencia oficial israelí y estadounidense en la agencia atómica OIEA.

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Imágenes exclusivas adicionales de documentos oficiales obtenidos por agentes de la inteligencia iraní.