En la noche del 13 de septiembre, un hombre de unos 40 años fue brutalmente agredido en el Parque Isla Dos Aguas de Palencia (Castilla y León) por un grupo de fascistas encapuchados que primero le robó el móvil y la cartera, y luego le desfiguró la cara a golpes, causándole fracturas graves y heridas que requirieron más de treinta puntos de sutura. La víctima, consciente del grave peligro para su vida, tuvo que escapar lanzándose al río Carrión. El ataque se inscribe en una serie de agresiones contra personas del colectivo LGTBIQ+.

El modus operandi de este grupo fascista organizado implica usar aplicaciones de citas para atraer y tender emboscadas a hombres homosexuales. Una segunda víctima, mayor de 50 años, fue golpeada con brutalidad en un ataque similar ocurrido una semana después en el mismo parque, sufriendo fracturas faciales que requirieron intervención quirúrgica. A falta de investigaciones, las autoridades "sospechan" que ambos ataques fueron perpetrados por las mismas personas.

Incluso la Policía Nacional española mantiene como principal hipótesis la motivación homófoba de los ataques, que han generado alarma entre las comunidades LGTBIQ+ y organizaciones sociales y políticas antifascistas, que señalan la expansión de grupos de fascistas que actúan impunemente de forma sucesiva bajo el amparo del anonimato para imponer el terror y la violencia sobre las disidencias sexuales.

Varias organizaciones han mostrado un fuerte rechazo a estos actos y han expresado solidaridad con las víctimas. Para ello, han convocado un acto el domingo 28 de septiembre. Además, han alertado sobre la desinformación en redes que busca minimizar la gravedad de los hechos para legitimar futuras acciones de esta naturaleza.

Los ataques vuelven a evidenciar el auge social del fascismo y las nuevas formas que adopta la violencia homófoba que éste engendra, amenazando directamente a la comunidad LGTBIQ+.