Israel sigue matando pese al alto el fuego
Tras la firma del acuerdo se han registrado al menos 9 muertes y 17 heridos. El Gobierno sionista limita la entrada de ayuda a la mitad de lo acordado, mientras más de 250 cadáveres han aparecido ya bajo los escombros.

El cese al fuego entre el Estado genocida y la resistencia palestina, vigente desde el 10 de octubre y ratificado en Egipto el 13 de octubre, ha permitido los primeros esfuerzos sistemáticos de recuperación de cuerpos en Gaza. Equipos de la Defensa Civil gazatí ya han extraído más de 250 cadáveres de palestinos en los primeros cuatro días, según el Ministerio de Salud local. Estos restos, mayoritariamente de civiles, incluyendo niños, proceden de ruinas en Gaza Ciudad, Jabalia y Khan Younis, donde los bombardeos israelíes han generado al menos 50 millones de toneladas de escombros, según estimaciones de la ONU.
Las familias desplazadas, más de 500.000 retornando al norte, han iniciado búsquedas manuales con herramientas básicas, priorizando los cuerpos que pueda haber en las calles y acequias, para prevenir la descomposición y poder conservar los cuerpos.

Sin embargo, Israel no tardó ni un solo día en romper el alto al fuego. El 14 de octubre, al menos cinco palestinos murieron por fuego de drones y artillería en el barrio de Shujayea (Ciudad de Gaza) y al-Fukhari (cerca de Khan Younis), según fuentes médicas del Hospital al-Ahli y la Defensa Civil gazatí. Estos eventos elevan a 9 el número de muertos y a 17 el de heridos palestinos tras el cese al fuego.
Siguiendo con los incumplimientos del acuerdo, el Estado genocida limita a 300 los camiones diarios que entran en la Franja a través de Kerem Shalom y Rafah. Esto supone la mitad de los 600 requeridos y estipulados por la ONU para atender a 2,3 millones de habitantes en plena hambruna. Organizaciones como Oxfam y el Programa Mundial de Alimentos reportan que esta reducción agravará la malnutrición aguda en 71.000 niños, ya que el sistema de agua está colapsado, solo existen 14 hospitales y ninguno funciona plenamente.
Estos hechos confirman la negativa del Estado genocida a detener la masacre, o tan solo a dar un mínimo respiro a los gazatíes, dejando en evidencia que el "Plan de Paz" de Trump no es sino una excusa para legitimar la continuación del exterminio de los palestinos por otros medios ante los ojos del mundo. Expertos de Human Rights Watch estiman que la limpieza total de escombros podría durar hasta 21 años.
