Miles de personas secundan la huelga y las manifestaciones por Palestina
La jornada del 15 de octubre reunió protestas y paros en más de 40 ciudades del Estado español para exigir el fin del genocidio en Gaza y romper relaciones con Israel.

La huelga general y la jornada de movilizaciones por Palestina de este miércoles 15 de octubre provocó una paralización significativa en decenas de ciudades del Estado español, con miles de manifestantes llenando calles y plazas al grito de Paremos todo por Palestina y Alto al genocidio. La convocatoria impulsada por CGT, Intersindical, sindicatos minoritarios, organizaciones propalestinas y el movimiento estudiantil llevó la huelga a numerosos centros de trabajo, institutos y universidades, mientras CCOO y UGT convocaron paros de dos horas y concentraciones simbólicas.
Las protestas más masivas se vivieron en Barcelona y Madrid. En la capital catalana, decenas de miles de personas marcharon desde Sants hasta el consulado israelí después de la movilización estudiantil a primera hora de la mañana que realizó piquetes. En la marcha al consulado, una parte de la manifestación levantó barricadas, atacó establecimientos de Burger King y Mc Donald's y quemó contenedores en la calle Tarragona; los Mossos d’Esquadra cargaron con dureza, rociaron con gas pimienta y practicaron varias detenciones. Los disturbios continuaron hasta la noche en la ciudad condal. En València, la jornada terminó con al menos cinco detenciones y enfrentamientos con la policía; en Iruñea (Nafarroa), grupos de manifestantes cruzaron y quemaron contenedores y se enfrentaron a la policía. Por la tarde, la plataforma Palestinarekin Elkartasuna realizó cortes de carretera en Bilbo, Donostia, Gasteiz e Iruñea.
En Asturies, Nortes informa que dos huelguistas fueron arrestadas la madrugada del martes al miércoles mientras pintaban en los muros de Uviéu en apoyo al pueblo palestino y en favor de la huelga del 15 de octubre. Una de las activistas fue liberada, y la otra fue trasladada a los cabalabozos del cuartel de Buenavista, donde tuvo que pasar la noche y parte de la mañana.En Madrid y demás capitales, las movilizaciones de la tarde transcurrieron con gran asistencia y sin incidentes mayores, más allá de cortes puntuales de carretera.
Seguimiento general
En términos de participación sindical, la huelga fue heterogénea. Los sindicatos alternativos y de base cifraron el seguimiento de su convocatoria de 24 horas en torno al 20% en sectores educativos y de servicios públicos, mientras que las centrales mayoritarias –CCOO y UGT, que promovieron tan solo paros parciales– reconocieron "una incidencia moderada", sin paralizar la producción en sectores esenciales, como era previsible con paros parciales. Fuentes empresariales y gobiernos autonómicos hablaron de una participación “residual”, con porcentajes generales inferiores al 1% en la educación pública catalana y según el Departament de Salut, apenas un 0,5% en sanidad.
Amplio seguimiento en educación
Donde la huelga alcanzó mayor fuerza fue en universidades e institutos. Allí, el movimiento estudiantil y la movilización sindical docente fue protagonista. La huelga educativa estuvo ampliamente secundada, con encierros, asambleas y bloques estudiantiles y docentes en las manifestaciones principales. Las movilizaciones estudiantiles más multitudinarias de la mañana se registraron en Barcelona, Euskal Herria, Sevilla, Granada y Madrid. Como consecuencia, muchas aulas permanecieron semivacías, y hubo encierros estudiantes en la Universidad de Barcelona y otras ciudades.
Por lo demás, las manifestaciones se caracterizaron por la diversidad de edades y sectores implicados, desde trabajadores adultos y jóvenes, jubilados, hasta familias, organizaciones políticas y sindicales, asociaciones y movimientos propalestinos. Más allá de las cifras, organizadores reivindicaron la jornada como “un punto de inflexión” en la solidaridad internacionalista y una muestra de fuerza contra el genocidio en Gaza.
Pese al alto el fuego firmado entre la resistencia palestina y el Estado genocida de Israel firmado recientemente, la movilización señaló la complicidad internacional y exigió la ruptura de relaciones con la entidad genocida, así como la suspensión de acuerdos comerciales y armamentísticos y el enjuiciamiento de los responsables. Ante las amenazas de la vuelta de ataques aéreos masivos sobre Gaza, el movimiento propalestino del Estado español podría preparar un ciclo movilizatorio más extenso.