El presidente estadounidense Donald Trump ha autorizado operaciones encubiertas terrestres de la CIA en Venezuela y ha aumentado el despliegue militar de Estados Unidos en las aguas caribeñas cercanas, según informa la Casa Blanca. La administración justifica estas acciones ante la supuesta "amenaza narcotraficante" vinculada a organizaciones como el Tren de Aragua, aunque no ha presentado pruebas concretas sobre el origen o destino de las supuestas narcolanchas atacadas, ni siquiera sobre sus ocupantes.

En las últimas semanas, helicópteros de élite de las Fuerzas Especiales han realizado ejercicios a menos de 90 millas de la costa venezolana y el ejército estadounidense ha atacado al menos cinco embarcaciones sospechosas, causando la muerte de al menos 27 personas. El Pentágono también mantiene una presencia naval amenazante, con destructores, un submarino y cazas F-35 desplegados en Puerto Rico y el Caribe.

El presidente venezolano, Nicolás Maduro, ha rechazado estos ataques y ha acusado a la CIA de promover golpes de Estado en la región. Maduro advierte que América Latina “no quiere ni necesita” intervenciones, al tiempo que denuncia la intención norteamericana de desestabilizar la soberanía venezolana bajo el pretexto de la consabida "lucha contra las drogas".