Volkswagen afronta un déficit de 11.000 millones y empieza a vender activos
El grupo alemán anuncia recortes en gastos e inversiones para cubrir la brecha financiera prevista en 2026, sugiriendo una "simplificación" en la estructura empresarial e industrial.

Volkswagen atraviesa una crisis financiera de gran envergadura. Según fuentes internas citadas por el diario alemán Bild, el grupo automovilístico detectó un déficit de 11.000 millones de euros en su flujo de caja previsto para 2026, lo que amenaza su poder financiero en plena transición industrial, donde el coche eléctrico y la digitalización de la automoción establecen los nuevos parámetros en la competencia entre capitales.
La situación ha precipitado cambios en la cúpula empresarial. La poderosa familia Porsche-Piëch, principal accionista del consorcio, ha decidido poner fin a la doble función de Oliver Blume, que dirigía simultáneamente Volkswagen y Porsche. A partir de 2026, Michael Leiters, exdirectivo de Ferrari, asumirá la dirección de Porsche para intentar sacar la marca a flote.
El director financiero de VW, Arno Antlitz, ha ordenado aplicar recortes generalizados en áreas como marketing, ventas y proyectos de inversión. Además, el grupo planea vender participaciones en varias filiales, entre ellas MAN Energy (Everllence), Italdesign y el desarrollador IAV, con el objetivo de cubrir parte del déficit anunciado.
Sin embargo, los analistas advierten de que estas medidas solo aliviarán parcialmente la presión. Si las cuentas no mejoran, las agencias de calificación como Moody’s o Standard & Poor’s podrían rebajar la puntuación crediticia de Volkswagen, lo que podría espantar a los inversores. Un descenso a la categoría de “bono basura” encarecería drásticamente su financiación, con un eventual impacto de varios miles de millones de euros anuales en intereses.
"Simplificar la estructura"
Fuentes del grupo admiten que el consorcio "debe simplificar su estructura", que integra numerosas marcas (VW, Audi, Porsche, Seat, Škoda y Traton) y departamentos que duplican funciones. “Tenemos que hacernos más ágiles y eficientes”, reconoce un alto directivo.
Blume, que ya se encuentra fuera de la gestión de Porsche, centrará sus funcciones en reorganizar el grupo para evitar que la falta de liquidez y el sobrecoste financiero comprometan los objetivos de electrificación y competitividad internacional de Volkswagen.