Iberdrola cobrará a los consumidores 210 millones del coste del apagón
Mientras la empresa bate récord con 5.300 millones de euros de beneficio neto en 2025, este nuevo cargo supondrá 118 euros más de media en la factura anual.
Iberdorla ha comenzado a traspasar a sus clientes el sobrecoste derivado del apagón que tuvo lugar hace seis meses. Cabe recordar que la compañía eléctrica cosecha beneficios récord: más de 5.300 millones de euros solo en los primeros nueve meses de 2025. Este sobrecoste asciende a 210 millones de euros, cifra que Iberdrola justifica como consecuencia de la intervención del mercado eléctrico para garantizar la estabilidad ante la crisis energética, pero que ahora será sufragada en gran parte por los consumidores.
Aunque las empresas eléctricas tradicionalmente han absorbido estas pérdidas con sus propios márgenes, el ministerio para la Transición Ecológica aprobó el 26 de diciembre de 2024 la regulación que permite cargar directamente a los consumidores los costes de los servicios de ajuste eléctricos. Iberdrola estima trasladar a sus usuarios el 70% de ese coste en 2026 y hasta el 90% para 2027. Todo esto mientras la compañía bate récords de beneficios y prepara un dividendo millonario para sus accionistas.
Este mecanismo, conocido como modo reforzado, limita la entrada de energías renovables y prioriza el uso de centrales convencionales (gas, nuclear e hidroeléctrica) que, casualmente, en su gran mayoría están bajo control de las grandes eléctricas como la propia Iberdrola. Esto genera un círculo vicioso: las mismas empresas que causan el gasto elevado son las que luego lo repercuten a sus clientes, aumentando así su rentabilidad. Además, las cifras totales de estos servicios de ajuste entre 2015 y septiembre de 2025 alcanzan hasta 14.892 millones de euros, una suma opaca y poco explicada en el desglose efectivo al consumidor final.
El fin de algunas bonificaciones temporales y la subida del IVA del 10% al 21%, que aplica el gobierno desde enero de 2025, harán que la factura del cliente medio ascienda aún más. Según estimaciones oficiales y estudios de organizaciones de consumidores, la factura eléctrica podría incrementarse alrededor de 118 euros anuales.