La pobreza infantil española se triplica en menores con progenitores extracomunitarios
Hijos de padres extranjeros enfrentan tasas que duplican o triplican a las de los nacidos en el Estado español, según Funcas.
El Estado español presentaba la tasa de pobreza infantil más alta de la Unión Europea en 2024, con un 29,2% de menores en situación de pobreza, superando en 9,9 puntos porcentuales la media de la UE, que se sitúa en 19,3%. Este indicador revela una preocupante desigualdad que persiste pese a los discursos oficiales de una supuesta "mejora general" de la economía y del mercado laboral en los últimos años, según el estudio La pobreza infantil en España: evolución reciente y políticas, editado por Funcas. La distancia respecto al promedio europeo incluso se ha incrementado en los últimos dos años, mientras que la pobreza total en la población del Estado español se ha reducido levemente.
Un análisis desglosado según el país de nacimiento de los progenitores evidencia diferencias notables: en hogares con padres nacidos en el extranjero, especialmente extracomunitarios, las tasas de pobreza infantil se duplican o triplican en comparación con hogares con progenitores españoles. En estos casos, la tasa llega hasta cerca del 45%, contrastando con el 14-16% que afecta a niños de padres españoles. La precariedad laboral, la inestabilidad de empleo y la elevada carga en gastos de vivienda influyen en esta vulnerabilidad, acentuando la transmisión intergeneracional de la pobreza, lo que demuestra que las políticas sociales del Gobierno español no están funcionando para proteger adecuadamente a estas familias.
Además, familias monoparentales, en su mayoría encabezadas por mujeres, experimentan tasas superiores al 50% de pobreza infantil. El sistema fiscal y de transferencias en el Estado español reduce la pobreza infantil solo en 1 a 2 puntos porcentuales, cifra muy inferior al impacto observado en países como el Estado francés, Alemania o los países nórdicos, donde esta reducción llega a 4-8 puntos.
Finalmente, los autores del informe resaltan que la pobreza infantil no es un problema de corto plazo sino que está intrínsecamente ligada a la transmisión generacional y que “las políticas familiares y sociales no están alcanzando a quienes más lo necesitan”.
