Recortes públicos del 30% para beneficios del 9.851% en las farmacéuticas argentinas
Los grandes capitales reportan incrementos millonarios, que pretenden estabilizarse con los 40.000 millones de Trump, a la vez que los salarios caen un 25,7% de media.
La administración del presidente argentino Javier Milei ha logrado un hito anunciado a bombo y platillo: el primer superávit primario y financiero en 14 años. Sin embargo, un examen detallado de los datos revela que este resultado no se debe a una mejora estructural de la economía, sino a una contracción sin precedentes del gasto público, que cayó un 28,8% en términos reales entre enero y noviembre de 2024. Los recortes han sido particularmente severos en áreas sensibles: la inversión en obra pública se desplomó un 78%, las transferencias a provincias un 70%, los programas sociales un 40% y los subsidios a la energía y el transporte un 35% en base a los datos proporcionados por Reuters. Este ajuste brutal constituye la base de un plan fiscal construido sobre la desinversión en servicios esenciales y una destrucción histórica del poder adquisitivo de la clase trabajadora argentina.
El impacto sobre los ingresos de la población ha sido devastador. Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos de Argentina, el salario real registró una caída interanual del 25,7% para los empleados públicos y del 23,3% para los trabajadores informales. Incluso en el sector privado registrado, la pérdida fue del 7,8%. Esta contracción, que afectó desproporcionadamente a los estratos más bajos de los asalariados, es el motor principal de la debilidad del consumo interno y la recesión. Frente a esta realidad, la cifra oficial de pobreza del 32% actual resulta incompleta y falaz. La métrica utilizada, al basarse en una medida que no captura el alza descontrolada en alquileres, tarifas y medicamentos, ni siquiera el empeoramiento de los servicios básicos, genera una aparente "mejora estadística" que no se correlaciona con un alivio real en la capacidad de las familias para cubrir sus necesidades básicas.
La estabilidad financiera del modelo depende críticamente de un acuerdo de swap de divisas por 20.000 o 40.000 millones de dólares con Estados Unidos. Este respaldo está sujeto a una condicionalidad geopolítica explícita, ya que el presidente Donald Trump advirtió que si Milei no ganaba las elecciones legislativas celebradas recientemente, Washington no sería "igual de generoso". El objetivo declarado de este rescate no es reactivar la economía interna, sino afrontar los vencimientos de deuda externa de 2026, priorizando el pago a los acreedores y la estabilidad del mercado internacional. A cambio, Estados Unidos asegura la alineación argentina, manteniendose como principal inversor extranjero directo, superando más de 7 veces las inversiones Chinas según el portal Analytica, y propicia el acceso a recursos estratégicos como la llamada Vaca Muerta (un yacimiento de petroleo, litio y el cobre, entre otros).
"Recuperación sin bienestar"
Mientras la población sufre el colapso de su poder adquisitivo, un grupo selecto de grandes corporaciones ha sido el gran beneficiario de la devaluación y la desregulación. El Instituto de Pensamiento y Politicas Publicas de Argentina (IPYPP) reportó que las empresas que cotizan en bolsa sextuplicaron sus ganancias netas en los primeros nueve meses de 2024. Sectores como los laboratorios farmacéuticos, por ejemplo, incrementaron sus beneficios en un 9.851% (con la desregulacion de los medicamentos), los exportadores de granos en un 4.921% (gracias a la devaluación de las restricciones comerciales) y los sectores relacionados con los hidrocarburos un 740% (de la mano de un aumento del precio interno y ventajas extractivistas), todos ellos propiciados por una reducción fiscal que pretende llegar al 90%.
Las proyecciones de un rebote del PIB del 5,5% para 2025 no anticipan una mejora sustancial en el empleo o los ingresos reales, configurando una "recuperación sin bienestar" en palabras del propio Fondo Monetario Internacional. En definitiva, se consolida una transferencia masiva de riqueza hacia grandes capitales, profundizando la desigualdad y subordinando la económica a intereses extranjeros, mientras las condiciones de vida de la mayoría continúan su deterioro.