La brutal denuncia de una mujer en Manresa vuelve a poner sobre la mesa el lado más cruel del negocio de la vivienda y la vulnerabilidad de las mujeres en situación irregular. Un hombre de 61 años alquiló una habitación y violó reiteradamente durante las dos semanas a una mujer que residió en su vivienda, entre mediados y finales de septiembre. El agresor fue detenido el pasado 7 de octubre como presunto autor de un delito de agresión sexual, tras aportar la mujer un informe médico que documenta lesiones que confirman las agresiones.

La víctima, de 45 años y madre de dos hijas, se instaló en el domicilio del acusado junto a sus hijas a mediados de septiembre, tras habérsele ofrecido dos habitaciones por un precio demasiado elevado, pero que finalmente aceptó por no poder pagar otros pisos.

El propietario se aprovechó de su desesperación y situación extremadamente vulnerable: la amenazó con echarla a la calle junto a sus hijas y, además, con denunciarla por su situación administrativa irregular, si no accedía a mantener relaciones sexuales con él. Según la denuncia, las violaciones se repitieron hasta diez veces en dos semanas, acompañadas de actos de humillación sistemática.

Mientras el acusado permanece bajo investigación, el Ayuntamiento de Manresa y la Generalitat no han emitido declaraciones públicas sobre el caso, reforzando así la sensación de impunidad y abandono institucional. De hecho, pese a que los hechos tuvieron lugar a finales de septiembre, no fue hasta finales de octubre que medios como El Caso se hicieron eco.