El ministro de Justicia francés, Gérald Darmanin, ha anunciado que propondrá "muy rápidamente" una reunión con los representantes locales de la región de Aube (Gran Este) para estudiar si podrían reabrir la prisión de Clairvaux, cerrada en 2023. Según han hecho eco Le Parisien y AFP, Darmanin visitó personalmente la antigua cárcel —un antiguo monasterio cisterciense del siglo XII reconvertido en prisión bajo Napoleón I— y reconoció que se encuentra "en mal estado, pero es un emplazamiento penitenciario al fin y al cabo". La instalación había sido cerrada en 2016 por el entonces ministro del PS Jean-Jacques Urvoas.

Durante la visita, los servicios penitenciarios informaron al ministro que se necesitarían "decenas y decenas de millones de euros" para renovar el deteriorado complejo penitenciario, aparentemente equiparable al coste de una prisión de alta seguridad. Darmanin condicionó el proyecto a la voluntad de las autoridades locales, afirmando que si los "elegidos de un territorio, que son los primeros en conocerlo, desean mantener una prisión, (y) que necesitamos prisiones", avanzaría en el proyecto con posiblemente una nueva visita a principios del próximo año.

La iniciativa llega en medio de la crítica situación del sistema penitenciario francés, que al 1 de octubre contaba con 84.862 reclusos para solo 62.501 plazas operativas, alcanzando una densidad carcelaria del 135,8%. Darmanin ha impulsado desde su llegada al ministerio la construcción de nuevas instalaciones, incluyendo dos concursos para crear 3.000 plazas modulares destinadas a reclusos en régimen semiabierto o condenas "cortas".

El ministro confirmó que la primera de estas prisiones modulares se inaugurará entre octubre y noviembre de 2026 en Troyes-Lavau, cercana a la ubicación de Clairvaux. La prisión de Clairvaux, una de las principales cárceles del Estado francés en el siglo XIX, permanece actualmente inutilizada tras su cierre definitivo en 2023, nueve años después del anuncio inicial de su clausura.