Londres anuncia el mayor endurecimiento en las políticas de asilo en años
Una de las medidas permitirá a funcionarios "confiscar" objetos de los demandantes de asilo, como coches, bicis o joyas, para "pagar los gastos que generarán".
Según reportes de CNN, el gobierno laborista de Keir Starmer ha lanzado una de las reformas más duras en la historia reciente de la política migratoria británica, transformando el estatus de refugiado en un permiso temporal revisable cada dos años y medio, con un plazo de hasta veinte años para acceder a la residencia permanente. Presentada por la ministra del Interior, Shabana Mahmood, esta iniciativa busca, según el Gobierno, responder a un sistema "roto" y "fuera de control". Sin embargo, críticos internos y externos lo ven como un viraje calculado hacia posiciones más restrictivas, inspiradas en el modelo danés de repatriaciones rápidas y revisiones constantes. Esta medida se suma a otras aprobadas por el gobierno laborista recientemente, y muestra de forma clara la asunción del programa político de la extrema derecha británica, clara favorita para las próximas elecciones.
Uno de los pilares más polémicos es la supresión del acceso automático a apoyos sociales, como vivienda y prestaciones, que ahora se convertirán en condicionadas a la disposición de los solicitantes para trabajar legalmente o demostrar "necesidades extremas". Esta restricción, justificada como un freno al "efecto imán" del sistema británico, ignora en gran medida las barreras estructurales que enfrentan los refugiados recién llegados, como el trauma psicológico o la falta de redes locales. Además, la medida hace aún más difíciles las ya de por sí elevadas exigencias para la reagrupación familiar, incluidas pruebas de idioma, contribuciones económicas más onerosas, y el empleo de inteligencia artificial para estimar edades de menores.
Una de las medidas más polémicas es que se permitirá a funcionarios estatales "confiscar" objetos de los demandantes de asilo, tales como coches, bicis o joyas para así "sufragar los gastos que generarán". El paquete incluye también modificaciones al Convenio Europeo de Derechos Humanos para que los tribunales prioricen la "seguridad comunitaria" sobre el derecho a la vida familiar, limitando apelaciones múltiples y acelerando expulsiones incluso de familias con niños hacia países declarados "seguros" por el gobierno. En un contexto político marcado por el ascenso del fascista Reform UK, liderado por Nigel Farage, que ha capitalizado protestas y encuestas donde la inmigración eclipsa incluso la economía como preocupación principal, las reformas llegan como un intento desesperado por recuperar terreno electoral.