Junts cierra la puerta a Sánchez y mantiene el bloqueo legislativo
El miedo a la fuga de votos hacia Aliança Catalana empuja al partido a endurecer su postura frente a Moncloa, mientras la parálisis legislativa amenaza la continuidad de la legislatura.
En un contexto de creciente inestabilidad parlamentaria, Junts per Catalunya ha rechazado de plano las recientes concesiones del Gobierno de Pedro Sánchez, calificándolas de "palabras vacías" y "gestos flojos" que no alteran su decisión de romper la relación pactada en 2023. Fuentes de la dirección del partido, liderado por Carles Puigdemont, insisten en que solo el cumplimiento íntegro de los "temas gordos", como la ejecución plena de la amnistía, la oficialidad del catalán en la UE y el traspaso de competencias en inmigración, podría "reconducir el diálogo", pero advierten que, por ahora, la legislatura permanece bloqueada.
Esta postura se endureció tras la comparecencia de la portavoz Míriam Nogueras este miércoles en Barcelona, donde reiteró que "la relación está rota" y que los siete diputados de Junts vetarán más de 50 iniciativas en trámite, desde presupuestos hasta reformas judiciales, salvo un pacto in extremis con el PSOE. El anuncio llega apenas un día después de que Sánchez, en entrevistas en RAC1 y TVE, asumiera públicamente "incumplimientos y retrasos" en los 13 acuerdos del pacto de investidura, un acto de contrición que Moncloa presentó como paso clave para agotar la legislatura hasta 2027, pero que Junts ve como un intento desesperado de acercamiento que no lo convence.
El rechazo no surge de la nada: encuestas recientes como la del 'CIS catalán' publicadas la semana pasada pronostican un batacazo para Junts, con una pérdida de hasta 16 escaños en el Parlament y un empate técnico con Aliança Catalana, que cada vez parece atraer a más votantes exconvergentes y obliga a Junts a performar una mayor confrontación con el Gobierno español. Mientras, el Ejecutivo aprobó este martes un decreto con medidas menores, como más fondos para ayuntamientos y otras medidas ad hoc para intentar acercar posturas, que el partido de Puigdemont califica como "lo que se debería haber hecho hace tiempo", a la vez que les resta valor: "No hay confianza ni voluntad política", señalan, recordando las "múltiples mentiras" de Zapatero en Ginebra.