Seis mujeres denuncian por acoso sexual al presidente de la Diputación de Lugo
Con el caso Salazar abierto, seis militantes del PSOE de Lugo denuncian a José Tomé por acoso sexual: tocamientos, mensajes subidos de tono y ofertas de empleo a cambio de favores sexuales.
Al menos seis mujeres vinculadas al PSOE en Lugo han formalizado denuncias contra José Tomé, presidente de la Diputación provincial y alcalde de Monforte de Lemos, por acoso sexual a través del canal interno del partido. Los testimonios, revelados por el programa Código 10 de Cuatro, detallan un patrón de conducta que incluye tocamientos no consentidos, mensajes y llamadas subidas de tono, imágenes explícitas y ofertas de empleo a cambio de favores sexuales. Las afectadas, entre trabajadoras, concejalas y asesoras, describen a Tomé como un dirigente que "desvía cualquier conversación al sexo, independientemente del contexto", lo que evidencia no solo abusos individuales, sino una dinámica de poder tóxica y misógina.
Tomé, que acumula cargos clave como secretario provincial del PSOE en Lugo y miembro del Comité Federal desde 2021, ha negado rotundamente las acusaciones en declaraciones a los medios, calificándolas de "montaje claro" y "fuego amigo" sin pruebas. Afirma no haber recibido notificación oficial del partido ni de la justicia, y anuncia acciones legales por delito contra el honor, insistiendo en que "en unos días se sabrá la verdad". Las víctimas relatan cómo sus quejas previas fueron minimizadas, dejando un rastro de impunidad que se repite y llega hasta Ferraz con el caso del exasesor Paco Salazar.
El escándalo expone fallos estructurales en el PSOE, donde dirigentes gallegos como José Ramón Gómez Besteiro, Lara Méndez y Pilar García Porto fueron alertados directamente, pero optaron por no hacer nada al respecto, "argumentando" que "no es para tanto" o que "él es así". La dirección federal confirma haber recibido una denuncia anónima el 8 de diciembre y activado su Oficina contra el Acoso, pero la tardanza en contactar con las afectadas, similar a los cuatro meses de silencio en el caso Salazar, deja en evidencia la falta de voluntad por resolver estos casos dentro del partido, y más aún, la voluntad de que no salgan a la luz. Patxi López, portavoz socialista en el Congreso, promete apartar "con contundencia" a los implicados, pero estas palabras suenan huecas ante un patrón de casos que socava la credibilidad del partido en la lucha contra la violencia de género en su seno.