La UE inmoviliza 210.000 millones de activos rusos que entregará en ayudas a Ucrania
Los Veintisiete aprueban por mayoría la inmovilización permanente de fondos congelados, sorteando el veto húngaro aunque con dudas de Bélgica sobre la legalidad de la operación.
La Unión Europea ha aprobado este viernes la inmovilización indefinida de unos 210.000 millones de euros en activos del Banco Central de Rusia congelados en su territorio desde el inicio de la guerra de Ucrania en 2022, informa Euronews. La decisión, adoptada por mayoría cualificada mediante el artículo 122 de los Tratados de la UE, un mecanismo de emergencia, elimina la necesidad de renovar las sanciones cada seis meses y sortea posibles vetos, especialmente el de Hungría. Este paso facilita el camino hacia un préstamo de reparación para Kiev, que podría alcanzar hasta 90.000 millones de euros en los próximos dos años, respaldado por la liquidez de estos fondos, principalmente depositados en la entidad belga Euroclear.
El acuerdo contó con el respaldo de 25 países, mientras Hungría y otro socio se opusieron. Bélgica, que custodia cerca de 185.000 millones, apoyó la inmovilización pero mantiene reservas sobre su uso directo para el préstamo, exigiendo garantías compartidas ante riesgos legales. Coincidiendo con la decisión, el Banco Central de Rusia ha presentado una demanda contra Euroclear por daños derivados del bloqueo y uso indirecto de los activos sin consentimiento, en un intento de presionar a Bruselas. El comisario Valdis Dombrovskis ha asegurado que las entidades europeas están protegidas legalmente, aunque expertos señalan que el empleo del artículo 122, diseñado para crisis temporales, plantea dudas sobre su legitimidad para medidas de larga duración.
La Comisión Europea, liderada por Ursula von der Leyen, defiende que Rusia debe asumir los costes de la "agresión", pero críticos como el gobierno húngaro de Viktor Orbán la tachan de "sin precedentes" y basada en una "interpretación forzada" de los Tratados, advirtiendo de posibles repercusiones en negociaciones de paz. Bélgica teme represalias rusas que afecten su sistema financiero. Aunque se ha querido evitar la confiscación directa, considerada ilegal por muchos juristas, el plan genera tensiones internas y externas, con Rusia calificándolo de "robo" y amenazando con contramedidas. Los líderes europeos debatirán el préstamo definitivo en la cumbre del 18 de diciembre.