Volkswagen detendrá la producción de vehículos en su planta de Dresde a partir de mañana, 16 de diciembre, marcando el primer cese de actividad manufacturera en una fábrica alemana en los 88 años de historia de la compañía, según el Financial Times. La instalación, inaugurada en 2002 y conocida como la 'Fábrica Transparente' por su diseño de vidrio que permite visitas públicas, ha producido menos de 200.000 automóviles en total, lejos de la capacidad de la central de Wolfsburg. Esta medida se enmarca en un plan de reestructuración acordado con los sindicatos para reducir capacidad productiva y afrontar la debilidad de la demanda.

La decisión responde a la caída de ventas en mercados clave como China y Europa, agravada por aranceles estadounidenses y una transición al vehículo eléctrico más lenta de lo previsto. Aunque inicialmente se temían cierres de hasta tres fábricas completas, el acuerdo alcanzado en diciembre de 2024 con IG Metall planea recortar más de 35.000 puestos hasta 2030 mediante jubilaciones anticipadas y reducciones "voluntarias". La planta de Dresde se reconvertirá: Volkswagen invertirá 50 millones de euros en siete años para cederla parcialmente a la Universidad Técnica de Dresde, que creará un campus de investigación en inteligencia artificial, robótica y semiconductores, manteniendo actividades turísticas y de entregas.

Esta reconversión no oculta las críticas a la gestión de Volkswagen, que ha sido acusada de retrasos en la electrificación y dependencia excesiva de China. Fuentes sindicales y analistas señalan que los altos costes energéticos en Alemania y la competencia de fabricantes chinos han erosionado la competitividad, mientras el grupo ha recortado inversiones en un 20% para preservar liquidez. El director financiero advirtió que el flujo de caja podría acercarse a cero en 2025 si persisten las presiones.