Desalojado el CSO Askatasuna de Turín

En una macrooperación iniciada al amanecer, la policía ha desalojado el histórico centro social Askatasuna, ubicado en la calle corso Regina Margherita 47, Turin, poniendo fin a casi tres décadas de un espacio referencial en toda Italia. La intervención, coordinada por la Digos (División Investigaciónes Generales y Operaciones Especiales) de Turín con el apoyo de policía y carabinieri ha implicado un masivo despliegue con más de 300 agentes y ha generado momentos de alta tensión, con el uso de cañones de agua para dispersar a los militantes que se encontraban protegiendo el CSO.

Askatasuna ("libertad" en euskera) es uno de los centros sociales autogestionados más conocidos y longevos de Italia. Ocupado el 15 de octubre de 1996 por un grupo de militantes del área autónoma, tras un desalojo previo en via Verolengo, el inmueble en corso Regina Margherita se convirtió en una fortaleza del antagonismo turinés. Vinculado al movimiento No Tav, al G8 de Génova y a numerosas luchas sociales, Askatasuna es conocido por su capacidad de movilización, conciertos, iniciativas culturales y políticas 'desde abajo', y también por una actitud a menudo inclinada al enfrentamiento con las instituciones. Vigilado estrechamente por la Digos desde hace años, ha sufrido múltiples registros, incluida la Operación Sovrano de 2019, que llevó a intentos de acusarlos de ser una asociación subversiva, aunque posteriormente los detenidos fueron absueltos.

Las excusas

En 2024, el Ayuntamiento de Turín, liderado por el alcalde Stefano Lo Russo (PD), había aprobado un pacto de colaboración para reconocer el espacio como "bien común", iniciando un "proceso de legalización limitado a la planta baja", con prohibición de acceso a los pisos superiores declarados "inhabitables".

La intervención se desencadenó en las primeras horas de la mañana en el marco de investigaciones sobre una serie de "actos vandálicos" durante manifestaciones propalestinas. Decenas de investigados por daños, ensuciamiento, invasión de edificios, resistencia y lesiones. Durante los registros, ocho decretados, incluidos domicilios privados, la policía encontró a seis activistas durmiendo en el tercer piso. Esto llevó a la cesación inmediata del acuerdo: "La Prefectura ha constatado la violación de las prescripciones, declaró Lo Russo, configurando un incumplimiento del pacto, que ha cesado".

El ministro del Interior, Matteo Piantedosi, comentó en X: "Desalojado el centro social Askatasuna de Turín. Desde el Estado un mensaje claro: no debe haber espacio para la violencia en nuestro país". Fuera del edificio, los militantes se concentraron con lemas como "Manos fuera de Askatasuna". 

Por la tarde, la policía usó cañones de agua para dispersar a la multitud. La circulación quedó bloqueada y tres escuelas cercanas cerradas por "peligro en el orden público". En la tarde, alrededor de un millar de personas participó en una movilización convocada a las 18:00, con consignas como "Askatasuna significa libertad" y "Si nos desalojáis, lo pagaréis caro". Además, durante la noche hubo intentos de reentrada en el edificio, pero fueron repelidos con cargas, cañones de agua y gases lacrimógenos. Miembros del CSO afirman que se trata de "una operación para detener las luchas por Palestina y cerrar espacios de libertad".