Una marea humana inundó las calles de Vilna el pasado 17 de diciembre: cerca de 10.000 personas se concentraron frente al Parlamento para rechazar la nueva ley que modifica la estructura del ente público de radiotelevisión lituano (LRT). El proyecto, impulsado por el gobierno conformado por el Partido Socialdemócrata Lituano (LSDP) y varios partidos de derecha, con la primer ministra Inga Ruginienė (LSDP), permitiría al Ejecutivo nombrar directamente a parte de la dirección del canal, hasta ahora elegida de forma "independiente", según informa el medio lituano Etaplius.

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Video: @Twee_Papillon (X)

Sindicatos de periodistas, organizaciones civiles y colectivos culturales alertan de que la reforma “rompe el principio de autonomía informativa” y coloca la prensa pública al servicio del poder político. “No es transparencia, es control”, gritaban los manifestantes entre pancartas con lemas como "Defendamos LRT y La prensa no obedece órdenes". El Sindicato de Periodistas Lituanos denunció además represalias internas contra trabajadores que habían adelantado las críticas a la reforma. “Es el mayor retroceso democrático desde la independencia de 1990”, aseguró su presidenta, Dalia Kucinskaite.

El gobierno, por su parte, argumenta que la ley pretende “modernizar la gobernanza” del ente público y evitar “derivas ideológicas”. Sin embargo, organizaciones internacionales como Reporteros Sin Fronteras y la Federación Europea de Periodistas han expresado “grave preocupación” por la medida.