El trumpismo no puede ser combatido por medio de otras opciones procapitalistas y fieles al orden oligárquico americano. El liberalismo y el reformismo no pueden ser la solución a los problemas de su propia creación; no pueden acabar con la bestia que ellos mismos han gestado y alimentado. En tanto que el rostro contemporáneo de la principal potencia capitalista, el trumpismo solo puede ser combatido con socialismo.
Mario Aguiriano
El reformismo, pata del Estado
Cuando el Estado capitalista en su conjunto demuestra su naturaleza criminal, cuando queda a la vista de todos que nuestras vidas están subordinadas al interés privado de los empresarios y los designios de sus sicarios políticos, los reformistas se desviven por presentar el síntoma como causa, desligando las culpabilidades individuales de las funciones objetivas de los gestores del Estado y personalizando cuestiones sistémicas en individuos o partidos aislados