Las economías exportadoras de Asia se preparan para un impacto negativo si Donald Trump regresa a la Casa Blanca. El expresidente, quien prácticamente ha ganado la contienda con la actual vicepresidenta Kamala Harris, ha prometido imponer aranceles de hasta el 60% sobre las importaciones chinas, y entre un 10% y un 20% sobre otros productos extranjeros. Estas medidas amenazan con desestabilizar el comercio regional y afectar el crecimiento económico en países que dependen en gran medida de la demanda externa, especialmente de Estados Unidos.
El impacto podría ser grave para los países del sudeste asiático, que tienen una de las mayores ratios de comercio sobre PIB del mundo, superando el promedio global. Durante su primer mandato, Trump impuso aranceles a productos chinos por valor de 380 mil millones de dólares, medida que el presidente Joe Biden mantuvo en su administración. Expertos señalan que, si Trump reitera su enfoque proteccionista, no solo afectará a China, sino que podría desencadenar un efecto dominó que también afecte a economías como Vietnam, Tailandia y Malasia, mientras que países como Taiwan también estarían en la mira debido a sus superávits comerciales con EEUU.
A pesar de la incertidumbre creada por las propuestas de Trump, algunos analistas sugieren que la política de los demócratas, “podría no ser significativamente diferente”. Sin embargo, si Trump regresa al poder, se espera que implemente sus medidas de manera más inmediata, lo que podría llevar a un rápido aumento de las tensiones comerciales y mayores desafíos para las economías asiáticas.