Este viernes, el Gobierno de la provincia de Punjab, en Pakistán, ordenó el cierre de espacios públicos y de las escuelas primarias en la ciudad de Lahore durante una semana, debido a los altos niveles de contaminación que afectan a la segunda ciudad más grande del país. Además de parques y monumentos, el cierre de los colegios pretende proteger a los menores ante un esmog “sin precedentes”, causado por una mezcla de niebla, humos de diésel de baja calidad, la quema de residuos agrícolas y las condiciones invernales.
La Agencia de Protección Ambiental de Punjab informó que esta semana el índice de calidad del aire en Lahore alcanzó niveles de 553 puntos, es decir, situando la contaminación en categoría “peligrosa” según la plataforma suiza IQ Air. Las partículas PM 2,5, altamente perjudiciales, se registraron en 341 microgramos por metro cúbico de aire, una cifra 25 veces superior al máximo recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para exposición diaria. En Nueva Delhi, la capital india, el índice alcanzó 228 puntos, también en situación “muy poco saludable”.
La contaminación en Lahore, con una población de 14 millones, se ha agravado por los factores estacionales y la quema de residuos agrícolas. Lahore se sitúa en el centro de la provincia de Punjab, la más poblada de Pakistán, y es una de las ciudades más afectadas cada año por este tipo de polució.