El envejecimiento de la población del Estado español plantea desafíos críticos para su economía. Según un nuevo informe recientemente publicado por la Fundación Adecco, más del 40% de los trabajadores superarán los 50 años en 2030, un cambio demográfico que incrementará el gasto en pensiones y sanidad. Esto complica reducir las exigencias de Bruselas de reducir la deuda pública por debajo del 100% del PIB.
El think tank económico EuropeG advierte que si una sociedad tan dependiente de los mayores de 65 años no aumenta la productividad, esta abocada al estancamiento económico. Ante este fenómeno, el informe de EuropeG enfatiza que la clase política tendrá “la urgencia de una transformación en el modelo productivo”, es decir, centrada en “sectores con alto valor añadido” y “menor dependencia del empleo intensivo en servicios como el turismo”.
Los expertos consideran que la economía del Estado español, tarde o temprano, tendrá que invertir en elementos como “el capital humano”, “innovación” y “digitalización”. Además, Adecco destaca que las empresas deberán adaptar sus políticas de contratación “para ser inclusivas y evitar la discriminación por edad”, ya que consideran crítico que en las próximas décadas se integren las nuevas generaciones en el mercado de trabajo.
En la última década, se ha registrado cierta reducción del endeudamiento familiar y una mayor estabilidad financiera en la banca, pero los expertos advierten que sin reformas profundas, el país no podrá afrontar los desafíos de una población mayor que para 2050 triplicará a los menores de 16 años. EuropeG y Adecco coinciden en que, sin el impulso de sectores innovadores y la capacitación digital, la economía del Estado español tiene poco porvenir.