El 20% más rico gasta de media casi cinco veces más que el 20% más pobre

Con la ultima subida del IPC, los dos quintiles economicamente más vulnerables de la población del Estado español tuvieron que dedicar más de tres quintas partes de su gasto total a la vivienda y la alimentación.

Tiendas de ropa de lujo en el Barrio Salamanca (Madrid).

Según los datos ofrecidos por el Instituto Nacional de Estadística (INE) en su última encuesta de presupuestos familiares, la acelerada subida de hasta un 15% del Índice de Precios al Consumidor (IPC) en los últimos tres años, ha traÍdo consigo varios cambios en la composición de gasto de las familias del Estado español.

Se puede observa que el gasto medio por persona ha aumentado hasta un 17,5% en el quintil con menos ingresos, siendo el gasto anual medio 5.443,29 euros en dicho grupo, mientras que en el lado opuesto, estos aumentan hasta los 26.053,91 euros, ascendiendo un 21%. Por su lado, es digno de mencionar que el 20% de la población que más gasta, multiplica por 4,79 el gasto del 20% de la población que menos lo hace.

Con todo ello, a pesar de que el 20% más vulnerable de la población dedique el 21% de sus recursos solo a la alimentación y un 42,49% a temas relacionados con la vivienda, gasta unas cantidades muy inferiores que el primero de los cinco grupos divididos por nivel de ingresos; el más pudiente. Este último dedica un 12,44% a la alimentación y un 27% a la vivienda pero aun así el gasto medio de cada uno de los grupos mencionados son de 1.142 euros y 3.241 euros para la alimentación; y  2.313  y 7.030 para la vivienda, respectivamente. Aun así, las mayores diferencias de gasto se pueden encontrar en estas tres categorías: “transportes”, “restaurantes y hoteles” y “ocio y cultura”. Respectivamente, los más ricos gastan 12,11, 11,91 y 11,34 veces más que las familias de rentas más bajas en estas áreas.

La evolución temporal de los últimos tres años en los apartados que se pueden considerar de primera necesidad, se muestra de la siguiente manera: En el caso de la alimentación, los más pobres gastan un 11,6% más mientras que los más ricos duplican la subida con un 22,3%. En el caso de la vivienda, los primeros aumentan el gasto en un 13,4%, y los segundos, en cambio, lo hacen unicamente en un 3,1%.