En un discurso pronunciado el 18 de noviembre de 2024 en el Collège des Bernardins de París, Christine Lagarde, presidenta del Banco Central Europeo (BCE), destacó los retos económicos y humanos de la transformación tecnológica y geopolítica actual para la Unión Europea. Lagarde enfatizó cómo “la rápida innovación digital y la fragmentación de las relaciones globales están presionando a Europa para redefinir su competitividad y adaptar su modelo social”. Según la presidenta, “Europa necesita anticiparse a estos cambios y actuar colectivamente para no quedarse atrás”.
Lagarde identificó dos tendencias principales que afectan el modelo europeo: la competencia geopolítica y el atraso en tecnologías emergentes como la inteligencia artificial. Afirmó que, “si bien Europa fue pionera en combinar progreso tecnológico con bienestar social”, su capacidad de generar ingresos está disminuyendo debido al lento crecimiento de la productividad. Además, subrayó que Europa enfrenta una “trampa tecnológica intermedia”, al especializarse en tecnologías del siglo pasado y depender de capital externo para financiar la innovación. Según el BCE, esto “pone en riesgo el mantenimiento del gasto social y los objetivos climáticos”.
Para superar estos desafíos, Lagarde propuso reformas clave: “desbloquear el mercado único europeo para eliminar barreras comerciales internas y redirigir los ahorros hacia inversiones de largo plazo”, estimados en 8 billones de euros. También urgió a “un enfoque renovado en la formación continua, especialmente en habilidades digitales”, destacando que hasta el 25% de los empleos europeos están expuestos a la automatización basada en inteligencia artificial. “Adaptarse y anticiparse son principios fundamentales para preservar nuestro modelo social y prosperar en un mundo cambiante”, concluyó Lagarde.