Joe Biden culminó este miércoles su visita a Angola con la inauguración del Corredor Ferroviario de Lobito, un proyecto estratégico que cuenta con una inversión estadounidense de 550 millones de dólares. Según informa Reuters, esta infraestructura conectará el puerto de Lobito con las regiones mineras de la República Democrática del Congo (RDC), facilitando la exportación de minerales críticos como el cobre y el cobalto, esenciales para la industria tecnológica. Se espera que el nuevo corredor reduzca los tiempos de transporte de 45 días a tan solo 45 horas, estrechando vínculos comerciales entre el sur y el centro de África.
La iniciativa forma parte de un esfuerzo más amplio para ofrecer alternativas a las inversiones chinas en África, especialmente en infraestructuras financiadas a través de la Iniciativa de la Franja y la Ruta (BRI). Durante la visita, el presidente angoleño João Lourenço destacó “el interés de Angola en diversificar sus relaciones internacionales”, subrayando la importancia de la “cooperación” con Estados Unidos. Sin embargo, la colaboración con empresas chinas podría ser inevitable, dado el control que estas ejercen sobre gran parte de la producción minera en la RDC y Zambia.
Además del proyecto ferroviario, Biden anunció futuras inversiones por 600 millones de dólares en la región y participó en una cumbre con líderes de Angola, la RDC, Zambia y Tanzania. Aunque el objetivo de Washington es reducir la dependencia africana de China, el éxito del Corredor de Lobito dependerá de cómo Angola gestione estas relaciones económicas y aproveche su nuevo rol como centro de transporte clave en el continente africano.