La ofensiva relámpago de Hayat Tahrir al-Sham (HTS) ha culminado este domingo por la madrugada con la caída de Damasco, precipitando el fin del gobierno de Bashar al-Assad tras 24 años en el poder y el mandato de seis décadas del Partido Baaz en Siria. HTS, liderado por Abu Mohamed al-Jolani, ha declarado en la cadena de televisión estatal siria la capital “libre del tirano” y ha anunciado el inicio de una “nueva era” en Siria.
Según recuerdan AFP y Al Jazeera, la rápida toma de Damasco se ha dado en trece días, luego de que las fuerzas del HTS ocuparan ciudades estratégicas como Alepo, Homs y Daraa, sin que las fuerzas gubernamentales ofrecieran una resistencia significativa.
El primer ministro sirio, Mohammad Ghazi al-Jalali, se ha dirigido a la población en un vídeo difundido que circula ya en redes sociales, afirmando que “garantizará la continuidad de las instituciones públicas hasta que se establezca un nuevo gobierno”. Al mismo tiempo, ha pedido “un proceso pacífico de transición” y ha ofrecido su cooperación con “cualquier dirigente elegido por el pueblo”. La sorpresiva retirada de las fuerzas leales a Al-Assad y la aparente inacción de Rusia e Irán, aliados clave del gobierno sirio, han facilitado la victoria de los grupos opositores salafistas. Según BBC, se especula que el presidente Al-Assad habría huido a Rusia o Emiratos Árabes Unidos.
Mientras los combates cesan en Damasco, miles de prisioneros, retenidos durante en cárceles como la prisión militar de Sednaya, han sido liberados, un hecho difundido en vídeo por fuentes locales y recogido por The Guardian.
Mientras tanto, las fuerzas israelíes han aprovechado la coyuntura para tomar territorios de la provincia de Quneitra, limítrofe con los Altos del Golán sirios ocupados por el Estado de Israel en 1967.
En paralelo, las potencias regionales y actores internacionales, incluidos Rusia, Turquía e Irán, se reúnen en Doha para negociar una transición política bajo el marco de la resolución 2254 de la ONU, según ha informado elDiario.es. El enviado especial de la ONU, Geir Pedersen, ha advertido a los medios presentes que “el cambio en Siria es inminente” y destaca “la urgencia de establecer una solución para evitar un nuevo ciclo de violencia en el país”.